Aunque transcurre el tiempo la situación en torno a la pandemia parece no mostrar mejoras considerables en diversos países. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya se han presentado más de cuatro millones de contagios de Covid-19 en el planeta. Una parte considerable de esa cifra corresponde a profesionales de la salud que a diario se arriesgan por atender a sus pacientes. Inclusive el uso de Equipos Personales de Protección (EPP) ha sido insuficiente en muchos sentidos.
Al respecto, a finales de año se realizó un estudio publicado en Lancet Public Health que demostró que el personal médico tiene el triple de riesgo de contagiarse de Covid-19 que el resto de la población, inclusive si utiliza EPP. Mientras que de manera natural, en caso de no contar al menos con esta herramienta el peligro es mucho mayor.
Mayor protección para los médicos
Con lo anterior en mente es que un equipo conformado por la compañía BAE Systems se unió con personal de la University Hospitals of Morecambe Bay NHS Foundation Trust. El objetivo fue apoyar a los profesionales de la salud que están en riesgo máximo por la simple realización de sus actividades diarias. Desde hace más de un año han visto una transformación radical en su vida dentro de los nosocomios.
Después de 11 meses se concretó un proyecto que ahora es una realidad. Se trata de un nuevo modelo de EPP diseñado especialmente para los médicos y enfermeras que atienden a pacientes infectados.
La idea es reemplazar las capuchas de los modelos actuales, mientras que el resto del equipo se puede mantener. Las ventajas es que este nuevo “casco” es menos costoso de fabricar, se puede limpiar por completo y es reutilizable. Aunque su virtud más importante es que ofrece una mayor protección y comodidad a los trabajadores de la salud, además de estar diseñado para todas las formas de rostro.
Acerca de su diseño, se encarga de cubrir todo el rostro y proporciona un flujo continuo de aire limpio filtrado. Gracias a esto se reduce significativamente el ’empañamiento’ y ayuda a mejorar la comunicación y la empatía entre el personal sanitario y los pacientes. Ahora las expresiones faciales se pueden ver con mayor claridad y la lectura de los labios es más fácil.
Precisamente una de las molestias de los pacientes es que no se sienten a gusto al ser atendidos por personas que no muestran su rostro ni sus gesticulaciones. Aunque parece un aspecto menor en realidad marca una gran diferencia dentro del ambiente hospitalario.
Cómo luce el modelo final
Los prototipos de este nuevo EPP fueron puesto a pruebas en la Royal Lancaster Infirmary. Ahí el personal médico realizó una simulación de actividades críticas. Los comentarios de los doctores ayudaron a perfeccionar el producto final que ya recibió la aprobación de las autoridades sanitarias del Reino Unido. De tal forma que ya se encuentra listo para ser utilizado de inmediato.
We're delighted to unveil the #MorecambeBayHood – a Powered Air Purifying Respirator designed to protect #NHS staff from #COVID19. We've collaborated with @BAESystemsplc @innovationnwc and #Lancastle on this "game-changing" #PPE https://t.co/OSNvRxojFE @NHSEngland #pandemic pic.twitter.com/Kv5lJGdlLc
— MorecambeBayNHSTrust (@UHMBT) August 3, 2021
Por su parte, ahora lo que se busca es aumentar su producción para poder comercializarlo en otros país. Es una realidad que la pandemia está lejos de terminar y por lo tanto este tipo de innovaciones son de gran ayuda para todos los profesionales de la salud.
Mientras que este novedoso invento se suma a otros como los chalecos refrigerantes creados por el Centro Médico de la Universidad de Radboud en Países Bajos y presentados a inicios de año. En un inicio fueron fabricados para los entrenamientos de atletas de alto rendimiento pero ahora se ha visto que pueden tener otra finalidad en los hospitales. En concreto, se colocan abajo del EPP y ayudan al médico a mantener una temperatura estable durante su jornada de trabajo.