Para hacer frente a la actual pandemia ha sido indispensable la participación de distintos sectores como el farmacéutico. Gracias a la unión de esfuerzos y la aplicación de la tecnología actual fue posible diseñar una vacuna contra la Covid-19 en tiempo récord. Se trata de una de las hazañas más grandes de la medicina moderna. Mientras que no solo se cuenta con una sino que ya hay al menos una decena de opciones disponibles y más de un centenar en distintas fases de desarrollo.
Mientras que ahora existen varias adversidades que se han presentado. Por una parte se encuentra la producción y distribución global. A la fecha existen poco más de siete mil millones de personas en todo el mundo. Si se desea inmunizar a todas y además aplicar al menos dos dosis se necesita de un trabajo monumental y ninguna compañía tiene la capacidad para hacerlo a corto plazo.
Ante esta disyuntiva, una de las propuestas que se han hecho ha sido combinar biológicos para obtener una mayor producción. Además también podría servir para obtener una vacuna más potente y hacer frente a las distintas variantes que han aparecido y que continuarán surgiendo e el mundo.
En ese sentido, el mayor inconveniente es que cada vacuna es distinta al resto en su fórmula y por lo tanto se ha criticado esta decisión. Tan solo las desarrolladas por Pfizer y Moderna se caracterizan por utilizar la novedosa tecnología de ARN mensajero (ARNm).
Prometedora unión de Sputnik V y AstraZeneca
Ahora bien, con respecto al resto existe la posibilidad de que pueda funcionar la combinación. Fue por eso que el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR) llevó a cabo un ensayo clínico. Consistió en combinar la rusa Sputnik V con la británica AstraZeneca y aplicarla en un grupo reducido de 50 voluntarios en Azerbaiyán.
Los primeros resultados ya fueron publicados y se obtuvo que ambas fórmulas son compatibles. Además muestran un alto nivel de seguridad y hasta ahora no se han presentado reacciones adversas graves.
Aunque todavía es muy temprano lo conseguido abre el panorama para una posible unión entre ambos desarrolladores. Mientras tanto está previsto que las fases I y II de los ensayos clínicos de este “cóctel” se prolonguen hasta marzo de 2022. Con esto, todavía resta un largo camino por recorrer pero el objetivo es garantizar que la nueva vacuna que se obtenga sea completamente segura.
Por otra parte, desde meses atrás la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado una postura en contra de este tipo de pruebas. Lo que ha declarado en diversas ocasiones es que no se deben combinar biológicos porque se desconocen las consecuencias. En su momento lo describió como una “tendencia peligrosa”. Mientras que a pesar de la recomendación algunas farmacéuticas mantienen estas prácticas.