Hay un desabasto de 15% de medicamentos en las farmacias privadas

El cambio en la compra de medicamentos del actual gobierno no solo ha provocado un desabasto en hospitales sino también en las farmacias.

Los intentos del gobierno por falsear la realidad y ocultar el monumental desabasto de medicamentos es como tratar de tapar el Sol con un dedo. Recordemos que el gobierno de la llamada 4T llegó al poder y cambió la estructura con la que funcionaba desde hace décadas el abasto de medicamentos e insumos médicos para el sector público.

En medio de ocurrencias, pifias, francas mentiras del primer mandatario y una evidente falta de un sólido plan para subsanar el abasto de fármacos, se ha tratado de sobrellevar este tema, al grado de tratar de importar los medicamentos del exterior, a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), pero hasta la fecha esto no ha funcionado.

También aquí hemos advertido del peligro que era tratar de traer medicamentos de otras latitudes y aceptarlos mediante fast track, pues desde acá no sabemos cómo fueron manufacturados, en qué condiciones y con qué insumos. Esta semana salió información al respecto, en el sentido de un conocido fármaco cuya administración ya habría cobrado algunas víctimas. Falta confirmarlo, pero de ser cierto lo hablaremos en la siguiente entrega.

También hemos hablado de las afectaciones que ha tenido dicho desabasto en los distintos institutos de salud del gobierno, así como de los grupos de pacientes más afectados, porque su vida depende del tratamiento, donde destaca la de los niños con cáncer y sus padres, a quienes nuestras autoridades sanitarias han calificado de “golpistas” por exigir el abasto de sus medicamentos para el tratamiento de sus hijos.

Además, ahora el sector privado también vive desabasto de medicamentos. Nos referimos a las cadenas de farmacias, a las farmacias que operan dentro de los súper mercados y hasta a las pequeñas farmacias de barrio, pues los derechohabientes del sector salud, al no contar con sus medicamentos para sus respectivos tratamientos, salen a comprarlos a la calle y esto ya ha ocasionado una sobredemanda que ha ocasionado la falta de algunos fármacos.

Marcos Pascual, director comercial de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), comentó con quien esto escribe que hoy en día se vive un desabasto de 15% en el sector privado, incluso en medicamentos de uso común, como la vitamina C, suplementos alimenticios y hasta derivados del calcio, entre otros muchos.

Lo anterior es resultado de una serie de situaciones. Como dijimos antes, en el primer tramo de este gobierno, el Ejecutivo acusó de corrupción a la industria farmacéutica -mayoristas al principio, farmacéuticas después-, rompió con varios actores de este sector y cambió el modelo de compra masiva de medicamentos, lo cual, empero, ha generado un desabasto de medicamentos en el sector público que ha derivado en una sobredemanda en farmacias privadas, las cuales no han podido reabastecerse.

Pascual, de la Anafarmex, nos recuerda que además de ello hoy en día el mundo vive un desabasto de materias primas a nivel mundial: alrededor del 90% de las famosas sales o principios activos para fabricar los medicamentos es de importación y muchos insumos vienen de la India, que como sabemos es un país muy afectado por la actual pandemia de Covid-19 que recorre el mundo.

La luz al final del túnel no se ve clara ni cerca. Por ello, todavía habrá que esperar un tiempo para desenredar la madeja y que los contratos que recién está cerrando la UNOPS empiecen a dar frutos, en unos cuatro o cinco meses más.

Después, cuando los medicamentos empiecen a llegar, se les deberá dar aprobación en fast track por parte de la Cofepris, y después de ello, solo habrá que pedirle a Dios que los fabricantes de aquellas latitudes hayan tomado en cuenta todas las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) en la producción de fármacos y que estos no hagan mal a nadie. Amén.

Estetoscopio

● El presidente López Obrador dice que los niños de México deben regresar a clases presenciales ya en agosto, porque ya es necesario y nadie lo duda. Sin embargo, estamos en medio del tercer repunte de la pandemia, en una aceleración de contagios casi como al nivel de inicio de año, con nuevas variantes del coronavirus, donde predomina la altamente contagiosa Delta, y además, con todavía un pequeño porcentaje de la población vacunada, de alrededor del 40% de la población adulta.

● Los profesores, por cierto, estamos a la espera de respuestas ciertas del gobierno en torno a la vacuna anti Covid de CanSino, que fue aplicada al sector educativo. ¿Se necesitará una segunda dosis? ¿Se podrá combinar con alguna otra vacuna anti Covid de otro laboratorio? ¿Cuándo darán a conocer los resultados de la fase 3 de esa vacuna? ¿Y los resultados del protocolo de investigación que se realizó en el INCMNSZ? Nadie sabe, nadie supo, pero ya quieren que regresemos a la presencialidad…

● Mientras tanto, estimado lector, por favor refuerce todas las medidas sanitarias: utilice el cubrebocas, mantenga la sana distancia -no salude a nadie de abrazo ni beso aunque tenga mucho de no verlo-, no olvide el lavado de manos con agua y jabón, utilice siempre el alcohol gel, si puede quédese en casa, no baje la guardia por ningún motivo y no haga ni asista a reuniones, porque no solo están aumentando los contagios, sino también las hospitalizaciones y muertes.

Jorge Arturo Castillo es licenciado en Ciencias de la Comunicación (CC) y maestro en Relaciones Internacionales (RI) por la FCPyS de la UNAM. Es socio director de Comunicación CM, desde donde edita medios especializados en las industrias farmacéutica, salud, energía y tecnología. Es profesor de periodismo de la carrera de CC, en la UNAM, desde hace más de 27 años. Es generador de contenidos y ha desempeñado diversos cargos periodísticos en los principales medios de comunicación en México, así como algunos internacionales.