Mientras a diario aumenta la cifra de personas infectadas de Covid-19 también cada vez son más los que se recuperan de esta nueva enfermedad. En primera instancia es un aspecto positivo y gran parte de los resultados conseguidos ha sido gracias al trabajo del personal médico. Mientras que en el aspecto negativo se encuentran todas las secuelas que desarrollan los supervivientes. Hasta ahora no se conoce con certeza la duración de las molestias e inclusive podrían permanecer de por vida.
A más de un año de que comenzó la pandemia se ha descubierto que algunos pacientes recuperados experimentan problemas de salud persistentes como fatiga, tos a largo plazo, problemas cognitivos y otros padecimientos. El seguimiento clínico apoyado por las tecnologías adecuadas juega un papel esencial para el tratamiento de estos padecimientos.
Riesgo latente a desarrollar secuelas
La mayoría de los pacientes que superan la infección por Covid-19 no presentan complicaciones; sin embargo, un estudio publicado por el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) indica que más de un tercio de las personas diagnosticadas con la enfermedad no habían regresado a su estado de salud habitual dos o tres semanas después de dar positivo.
De hecho, un análisis mediante tomografía computarizada (TC) de seguimiento de seis meses a un grupo de 114 pacientes que se recuperaron de una neumonía grave por Covid-19 mostró que el 35% tenía anomalías que podrían indicar un daño pulmonar potencialmente permanente.
De ahí el creciente interés epidemiológico en la morbilidad después de la infección aguda en los sobrevivientes, y la importancia de dar un seguimiento específico a los pacientes con efectos a largo plazo.
La tecnología de ultrasonidos de Philips, con sistemas que ofrecen imágenes de alta calidad y diseño ergonómico que facilitan su uso en diferentes y desafiantes entornos, ayuda a los médicos a hacer evaluaciones rápidas y confiables de las condiciones pulmonares y cardíacas de los pacientes con síntomas persistentes.
Equipos que facilitan las revisiones de los médicos
La Tomografía Computarizada convencional y espectral también ofrece ventajas en términos de evaluación de imágenes sin realce, así como de imágenes con contraste. Con un solo escaneo de dosis baja, la Tomografía Computarizada espectral puede permitir a los radiólogos ver más en una imagen, lo cual es de vital importancia cuando se trata de detectar émbolos pulmonares.
Los cardiólogos están analizando más de cerca los posibles efectos cardiovasculares a largo plazo en los pacientes post-COVID que aún muestran síntomas mucho tiempo después. En un estudio español de 139 trabajadores de la salud que tenían Covid-19 se encontró evidencia de pericarditis y miocarditis, aproximadamente 10 semanas después de la infección la prevalencia de pericarditis o miocarditis se encontró hasta en un 40% de los casos. La pericarditis coexistió con algún grado de inflamación miocárdica concurrente en el 11% de los casos. Estos hallazgos indican la necesidad de una investigación continua de las consecuencias cardiovasculares a largo plazo de la Covid-19.