El trabajo dentro del consultorio no es nada sencillo y tú lo sabes bien porque implica atender a pacientes uno tras otro. Eso genera un fuerte desgaste emocional y al por eso al final de cada jornada terminas agotado. Como consecuencia, en ocasiones si cae en la rutina de ofrecer un servicio sistematizado y robótico. Eso se trata de un grave error porque disminuye la calidad de tu atención y a la larga resulta contraproducente.
Por su parte, más allá de los conocimientos en Medicina también hay una característica que debe tener tu servicio y es la humanización. Es un rasgo muy bien valorado por los demás y con el que puedes colocarte por encima de tus colegas. Para que nunca falte en tus consultas es necesario que apliques los siguientes elementos.
Atención con empatía siempre
Primero hay que entender el término y en su definición más simple es la la capacidad de ponerse en la posición de los demás, quienes en este caso son los pacientes. Consiste en lograr identificarse con las personas que se encuentran alrededor y al mismo tiempo proyectar seguridad.
En ese sentido, un médico sin empatía muy difícilmente podrá conectar con sus pacientes. Por lo regular va a ofrecer un servicio frío y al final eso provoca que las personas opten por acudir con otro especialista.
Personaliza tus consultas
Una de las principales quejas de los pacientes es que reciben un trato frío por parte de su médico. Un primer paso para remediar ese situación es llamar a cada visitante por su nombre o apellido. De esta manera vas a conseguir un primer paso rumbo a una atención humanitaria. Procura ver a los demás más allá de su número de expediente para evitar causar su incomodidad.
Desarrolla tu escucha activa
Durante la consulta debes poner atención a todo lo que mencionen los pacientes. De esta forma vas a evitar hacer preguntas innecesarias que demuestran que escuchaste lo que te acaban de decir. Mientras que otro consejo que debes aplicar es evitar cualquier tipo de distracción dentro del consultorio. Al hacerlo vas a conseguir una escucha activa y además te servirá para hacer más dinámico tu servicio.
Mira a los ojos a los pacientes
Mirar a los ojos de una persona es una señal de respeto que debes aplicar dentro del consultorio. Pero además también es un detalle que demuestra que los pacientes que tienes enfrente son lo más importante. En tanto que otro de los beneficios que vas a obtener es una mayor transmisión de seguridad. Parece un detalle muy pequeño y sin importancia pero en realidad puede marcar grandes diferencias. El único momento en el que debes apartar la mirada es cuando consultes el expediente clínico y redactes la receta médica.