Derivado del confinamiento por la pandemia del Covid-19, más de 30 millones de alumnos en México transformaron sus hogares en salones de clases. Por lo tanto su método de aprendizaje los orilló a pasar gran parte de su día frente a las pantallas digitales, lo que aumenta la probabilidad de padecer errores refractivos. Mientras que las consecuencias no necesariamente se observan de inmediato sino dentro de unos años. Así lo alertó Iván Camacho, especialista en optometría.
Gravedad del problema
Por lo anterior, indicó que se prevé que para el año 2025 aproximadamente el 90 por ciento de la población de niños y jóvenes que realiza actividades de visión cercana tendrán algún tipo de error de refracción como hipermetropía y/o astigmatismo. Mientras que de ese porcentaje cerca del 70 por ciento presentará miopía.
“Si bien los errores refractivos se presentan por diversas causas –la mayoría genéticas– es importante que los padres de familia permanezcan pendientes a los factores externos como el uso de dispositivos electrónicos, los cuales pueden provocar un deterioro en la vista”.
Algunos signos que indican la manifestación de un error refractivo son los ojos rojos, irritados, dolor de cabeza, esfuerzo para enfocar objetos, acercarse demasiado libros o cuadernos. Incluso el lagrimeo porque habitualmente el ojo humano parpadea 15 veces por minuto pero al mirar las pantallas digitales esta cantidad llega a reducirse a la mitad.
Principales síntomas en los niños
Detectar este tipo de anomalías en los niños suele ser difícil, por ello es fundamental acudir con un profesional de la visión. Cabe mencionar que “el examen visual puede realizarse desde los seis meses de edad, posteriormente a los tres años, después cuando comienzan su vida escolar entre los cinco y seis años, y a partir de entonces esta evaluación se hace cada dos años y si los niños son usuarios de anteojos o lentes de contacto, la revisión debe ser anual”.
Por su parte, Luis Villar, optometrista y profesor en el Instituto Johnson & Johnson Vision, afirmó que si bien existen diversas opciones para corregir la vista, los lentes de contacto son una buena alternativa pues ofrecen un mayor rango de visión. Al mismo tiempo que brindan comodidad para que los jóvenes realicen sus actividades cotidianas, inclusive estos pueden ser utilizados por niños desde edades tempranas siempre y cuando sean prescritos por el optómetra.
“Cifras indican que 75% de los niños que usan gafas no pueden hacer deporte o practicar algunos juegos por miedo a romperlas o a lastimarse, mientras que el 86% de quienes realizan algún tipo de actividad física se quitan los anteojos efectuando sus actividades con una visión reducida, 10 para ellos, los lentes de contacto son una excelente opción pues les permiten mejorar su vista sin interrumpir su desempeño”.
Actualmente existen lentes de contacto en el mercado que pueden proporcionar una notable mejoría en la calidad de la visión e incluyen características específicas que ofrecen múltiples beneficios a los ojos tales como hidratación y borde invisible, así como antioxidantes para una mayor comodidad, bloqueo de rayos UV-A y UV-B, además de estabilización por parpadeo para astigmatismo.
Consejos para la población
Finalmente, el especialista comparte algunas acciones básicas para el cuidado de los ojos que pueden ser adoptadas por los niños o personas de cualquier edad.
- Adoptar la regla 20-20-20: esta consta de un descanso a la vista cada 20 minutos. mirando un objeto ubicado a 20 pies (aproximadamente seis metros) durante 20 segundos.
- Lubricar los ojos con lágrima artificial de buena calidad, dependiendo de las recomendaciones del especialista.
- Mantener las pantallas de dispositivos digitales a una distancia de 60 centímetros.
- Limitar el tiempo frente a los dispositivos electrónicos, así como moderar el brillo de éstos.
- En caso de requerir de lentes de contacto se debe cuidar que los niños los usen de manera correcta.
- Con o sin lentes de contacto se debe evitar tallar o frotar los ojos.