A raíz de la pandemia el mercado de los suplementos alimenticios creció de manera exponencial. Sin embargo, muy pocos pacientes están informados sobre los riesgos que conlleva consumir estos productos sin supervisión médica.
¿Qué son?
Según la FDA, los suplementos alimenticios incluyen ingredientes tales como vitaminas, minerales, hierbas, aminoácidos y enzimas. Los suplementos se comercializan en formas tales como tabletas, cápsulas, perlas, cápsulas de gel, polvos y líquidos.
Algunos suplementos pueden ayudar a que las personas obtengan las sustancias vitales suficientes que el cuerpo necesita para funcionar. Y otros más, pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades.
Pero los suplementos no deben sustituir por completo a las comidas que son necesarias para una dieta saludable. Por lo tanto, como médico, hay que asegurarse de que los pacientes lleven una dieta que les aporte las suficiente energía para vivir.
No hay que asumir que los suplementos no pueden causar daños
A diferencia de los fármacos, los suplementos no se pueden mercadear como tratamiento, o como productos que diagnostican, previenen o curan enfermedades.
Según el doctor Wayne Carter, de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, no debemos asumir que los suplementos no tienen el potencial de causar daños. Además, señala que en muchos casos el exceso de un suplemento puede ser eliminado, pero existe un riesgo de que sea tóxico para el hígado.
Un exceso en los niveles puede resultar fatal…
Por otro lado, existe riesgo para la salud al consumir distintos suplementos al mismo tiempo. La razón se debe a que los suplementos pueden interactuar entre sí y potenciar sus efectos. También, estos pueden contener la misma clase de nutriente y llevar a un exceso en los niveles.
En la misma línea, todas las personas somos distintas y metabolizamos de diferentes maneras, lo que también influye en cómo nos afectan.
Los peligros de los suplementos alimenticios
En términos más específicos y según Globifer, el exceso de ciertas vitaminas y minerales puede provocar:
- Riesgo leve de accidentes cerebrovasculares por altas dosis de vitamina E.
- Mayor riesgo de cáncer de pulmón (en fumadores) por exceso de betacaroteno.
- Aumento de riesgo de cálculos renales por exceso de vitamina D y calcio.
- Daños en los nervios y problemas de movilidad por exceso de vitamina B6.
- Enfermedades hepáticas, problemas cardíacos y diabetes por exceso de hierro.
Muchos suplementos contienen ingredientes activos que tienen fuertes efectos biológicos en el cuerpo. Esto podría hacerlos inseguros en algunas situaciones y afectar o complicar su salud.
Por ejemplo, las siguientes acciones pueden conducir a consecuencias perjudiciales, incluso mortales.
- Combinación de suplementos
- Usar suplementos con medicamentos (ya sea con receta o de venta libre)
- Sustituir suplementos por medicamentos recetados
- Tomar demasiado de algunos suplementos, tales como la vitamina A, vitamina D, o hierro Algunos suplementos también pueden tener efectos no deseados antes, durante y después de la cirugía.
Por último, como especialista de la salud hay que tomar en cuenta algunas cuestiones antes de recomendar o prescribir algún suplemento alimenticio. Las cuales son:
- Posibilidad de una intervención quirúrgica próxima.
- Posibilidad de embarazo potencial en el paciente, embarazo en desarrollo o lactancia.
- Ver si el suplemento es para un niño, dado que la mayoría de ellos no están recomendados en la infancia.
- Investigar antes de recomendar si el complemento alimenticio ha provocado cualquier tipo de reacción adversa y si se sospecha que es secundaria a su consumo específico.
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