Aunque muchos no lo quieran creer, la pandemia y el confinamiento que provocó la COVID19 han hecho mella en muchos aspectos de nuestra vida diaria y es que, sí hay algo que se pueda afirmar, más allá del temor al contagio, ha repercutido en la forma de relacionarnos socialmente sino que también ha cambiado nuestros hábitos alimenticios.
La pandemia ha dejado claro que lo que estamos viviendo hace que el control del estado de ánimo y las emociones son fundamentales para enfrentarse a adversidades. Las emociones tienen un poderoso efecto sobre nuestra cultura alimenticia, tanto en la elección de alimentos como en los hábitos y en nuestro comportamiento.
Los expertos en salud, están viendo en sus consultas, como tras el confinamiento vivido en marzo del año pasado, al estar las emociones a prueba, su repercusión en la comida fue inmediata y es lo que ha hecho que muchos se hayan convertido en lo que se conoce como comedor emocional.
La pandemia ha provocado una pérdida del control sobre la alimentación
Muchos puede que ya lo fueran antes y quizá ni lo sabían, porque no se habían visto en una situación igual. Aunque sí que es cierto que se puede afirmar que la época que nos está tocando vivir ha desencadenado una pérdida del control sobre la alimentación en muchos pacientes.
Médicos y profesionales de la salud suelen hacer preguntas a sus pacientes sobre cómo ha afectado el confinamiento y la pandemia en sus hábitos alimentarios. Las respuestas de los pacientes dejan claro lo vulnerables que somos ante una situación no rutinaria y es que una gran parte de ellos han visto en la comida un refugio y consuelo, lo que ha hecho que haya cambiado su actitud alimentaria.
Este concepto de actitud alimentaria tiene diferentes matices en función de la persona. Aunque, de forma general, engloba a factores como la relación hacia el alimento, comportamientos compensatorios y restrictivos, preocupación en ganancia de peso, sentimientos en relación a la alimentación y el propio concepto de alimentación normal.
Pacientes como obesos, hipertensos o diabéticos están experimentando una pérdida en la calidad de vida
Ahora, en plena pandemia, los profesionales sanitarios, a algunos problemas que tienen que enfrentarse son la pérdida de hábitos alimenticios saludables, aumento de peso y el abandono del ejercicio físico. Para muchos tipos de pacientes (como obesos, hipertensos o diabéticos) esto supone, a su vez, una pérdida de su calidad de vida y un progreso de su enfermedad.
Algunos expertos, han señalado, ante esta problemática, que es muy importante retomar, cuanto antes, los hábitos alimenticios y recuperar o crear una actitud alimentaria adecuada que deje de lado esas malas costumbres que los pacientes han adquirido. Para ello es necesario conocer la relación entre la ingesta de alimentos y las emociones puesto que esto va a permitir personalizar la estrategia dietética en los pacientes.
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