El ser humano necesita oxígeno para poder vivir, ya que, de lo contrario las células funcionan mal y finalmente deterioran el organismo. Por tanto, cuando las concentraciones de este gas son bajas en el cuerpo; se corre el riesgo de sufrir patologías respiratorias, que pueden poner en riesgo la vida. De ahí, que la oxigenoterapia ayude a suplir las fallas del organismo y aumente el tiempo de supervivencia del individuo.
Es así, como esta técnica es usada para prevenir los procesos de hipoxemia e hipertensión pulmonar. Igualmente, que, para disminuir el esfuerzo respiratorio y miocárdico, cuando se presenta una alteración en el flujo normal de aire. De tal suerte, que se consiga que la oxigenación tisular sea apropiada y se disminuyan los riesgos que amenazan la salud.1
¿En qué casos ayuda la oxigenoterapia?
Sabemos, que los niveles de oxígeno por debajo de 90, es considerado como un trastorno respiratorio peligroso. Debido a que, se deteriora rápidamente los pulmones, desarrollando una enfermedad pulmonar crónica. Sin embargo, la deficiencia en el flujo normal de oxígeno en la sangre, también llega a afectar drásticamente otros órganos del cuerpo.1
De hecho, el cerebro, el corazón y los pulmones son los más afectados. Pero, asimismo, tienen repercusiones en los músculos, la concentración y la energía. Lo que genera debilidad, confusión, hormiguero en los dedos y tos crónica. Causados, generalmente por una intoxicación, hiperventilación, traumas craneales o accidentes cerebrovasculares.2
Es aquí donde la oxigenoterapia, toma un papel relevante. Ya que, al administrar oxigeno externamente en concentraciones más elevadas a las que presenta el medio ambiente, se mejora la respiración. Consiguiendo revertir la hiperventilación. Además, se controla la taquicardia y la vasodilatación alveolar. Igualmente se normaliza el aporte de oxígeno a las células y se disminuye el peligro de desarrollar alteraciones neuronales.2
De esta misma manera, se prevé o corrige las alteraciones en la mecánica ventilatoria, evitando patologías anexas; como el enfisema pulmonar, la bronquitis y el asma. Igualmente, es muy útil en enfermedades pulmonares crónicas en los adultos y en niños. Sobre todo, porque lo que se busca con aumentar la fracción inspirada de oxígeno, es satisfacer las necesidades de los tejidos y mejorar el trasporte arterial de este gas.
Mecánica de suministros adaptativa
En realidad, esta técnica debe estar implementada bajo el criterio médico. Para ello, el profesional de la salud emplea dispositivos como el oxímetro. Para conocer en primera instancia la saturación de oxígeno en la sangre. Sobre todo, porque de acuerdo a la evolución, se establecen los parámetros con que va a funcionar el dispositivo; flujo de oxígeno, volumen de la corriente y frecuencia respiratoria del paciente.
De esta manera, vemos las gafas nasales, como la opción más habitual. Especialmente; en los casos menos graves; porque las cánulas van directamente en las fosas nasales, sin impedir hacer otras actividades como comer o hablar. También, se emplean con frecuencia las mascarillas con reservorio; en pacientes con insuficiencia respiratoria; que ofrecen mayor capacidad.
Como vemos, la oxigenoterapia ayuda a respirar mejor y a revertir los efectos colaterales de una saturación baja; si es suministrada a tiempo. Porque la mala utilización puede llevar a causar la muerte. Por lo tanto, seguir las recomendaciones médicas debe ser prioridad. De esta manera, evitamos complicaciones y conseguimos paliativos para las enfermedades respiratorias. A la vez, que tenemos la oportunidad de vivir mejor.
Referencias:
- 1. Pírez Catalina, Peluffo Gabriel, Giachetto Gustavo, Menchaca Amanda, Pérez Walter, Machado Karina et al. Oxygen therapy. Arch. Pediatr. Urug. [Internet]. 2020 dic [citado 2021 mayo 11]; 91(Suppl 1): 26-28. Disponible en:
http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-12492020000700026&lng=es.
- 2. M.C. Luna Paredes, Oscar Asensio de la Cruz, Isidoro Cortell Aznar y otros. Fundamentos de la oxigenoterapia en situaciones agudas y crónicas: indicaciones, métodos, controles y seguimiento. Anales de pediatría. [internet] 2009 [ consultado 11 mayo 2021]; 71(2): 161-174. Disponible en: