Existen distintos motivos que las pueden generar pero las quemaduras son más frecuentes de lo que muchos piensan. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), cada año se reportan 120 mil personas con esta afectación en México. Aunque todos los días ocurren es principalmente durante los períodos vacacionales cuando se detecta un incremento considerable de este tipo de incidentes.
Al respecto, Mayo Clinic adoptó un nuevo enfoque que potencia la capacidad del cuerpo de sanar las cicatrices provocadas por quemaduras graves. Los dermatólogos de la institución emplean tratamientos con láser para desencadenar el poder regenerativo de la piel dañada e intentar mejorar la apariencia y la funcionalidad.
Tecnología actual
El Centro para Medicina Regenerativa en Mayo Clinic impulsa nuevas terapias regenerativas que transforman la práctica de la medicina y ofrecen nuevas alternativas para tratar aquellas necesidades aún desatendidas de los pacientes.
“La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y su potencial regenerativo es increíble. A través de los tratamientos con láser para las cicatrices, se intenta restablecer la piel al estado previo a las lesiones y darle una apariencia menos desfigurada, más suave y flexible. Intentamos hacer que la piel adquiera textura, grosor y color normales”, comenta la Dra. Elika Hoss, dermatóloga en Mayo Clinic de Arizona.
Por lo general, los injertos de piel sirven para cubrir y sanar las heridas causadas por las quemaduras, pero hay ocasiones en que los tejidos injertados se encogen o contraen y eso restringe terriblemente la flexibilidad alrededor del área lesionada.
La gravedad de una cicatriz producto de quemaduras depende del tiempo que tarde la piel en sanar y de cuán severa es la inflamación en la zona de la lesión. Un proceso de inflamación o de recuperación prolongado lleva en algunos pacientes a la formación de cicatrices gruesas, dolorosas y que producen comezón.
Cuando la piel sufre daños por una quemadura grave, la capacidad de recuperación del cuerpo cambia de rumbo y provoca la aparición de células inflamatorias, vasos sanguíneos y fibroblastos.
Una alternativa a la cirugía
Debido a un accidente terrible, una paciente de la Doctora Hoss sufrió quemaduras en más del 8% del cuerpo, incluida la cara y los brazos. Como las cicatrices se acumularon y los injertos de piel se contrajeron, la capacidad de la paciente de estirar el brazo y de mover el cuello se vio bastante restringida. La norma del cuidado médico en este caso era proseguir con más cirugías para colocar expansores tisulares en la piel, pero la idea de volver al quirófano después de las cirugías anteriores no era precisamente agradable para la paciente.
No obstante, la Dra. Hoss pudo ofrecerle un procedimiento menos invasivo que implicaba llevar a cabo dos tipos de tratamiento con láser:
- Láser de colorante pulsado
En estos tratamientos, un rayo de luz amarilla disminuye el enrojecimiento de las cicatrices y mejora su textura gracias a que modula al sistema inmunitario y a los vasos sanguíneos en ese sitio.
- Rejuvenecimiento ablativo fraccional
En este tratamiento, un láser de dióxido de carbono descarga microrrayos de energía para vaporizar y crear hoyos diminutos en la piel. El láser de dióxido de carbono estimula al cuerpo a producir colágeno nuevo y más sano, lo cual incita la recuperación. El procedimiento puede reparar el tejido cicatricial y lograr que la textura y el grosor sean más normales. El láser también ayuda a mejorar la flexibilidad de las cicatrices y la tensión de los tejidos. Además, este procedimiento sirve para aplicar antiinflamatorios de forma tópica a fin de que penetren profundamente en la piel y ayuden con la recuperación, mediante un procedimiento llamado administración farmacológica asistida por láser.
Gracias a estos procedimientos con láser, la capacidad de la paciente de estirar el brazo y de mover el cuello mejoró un 50% y estos procedimientos pueden restablecer considerablemente la salud de la piel y la apariencia del tejido con cicatrices. Otro beneficio es que estos tratamientos también reducen el dolor y la comezón, además de minimizar la necesidad de analgésicos.
Los efectos del tratamiento con láser sobre la recuperación pueden tardar hasta seis meses para notarse y, aunque el rejuvenecimiento con láser posiblemente no elimine la necesidad de una cirugía, sí restablece lo suficiente los tejidos para que solo se requiera una cirugía delimitada o un tipo de intervención quirúrgica menos invasiva.