Vivimos en peligro durante todo un sexenio. Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, compartió esta semana, en el marco de la tradicional conferencia vespertina de salud, que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) estuvo en alto riesgo de no cumplir con los estándares internacionales que le permitieran continuar en el más alto nivel de competencia establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El también vocero de la pandemia en México evaluó que la Cofepris se estableció en esa peligrosa condición, sobre todo por la arraigada corrupción en su estructura, en los más altos mandos directivos, que mostró particularmente durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Por ello, a lo largo de este año, se seguirá limpiando de corrupción al organismo, como se ha hecho desde la llegada del doctor Alejandro Svarch como comisionado de la Cofepris hace poco más de dos meses (aunque habría que recordar que este gobierno ya casi va a mitad de su periodo).
Es verdad: corrupción y seguridad sanitaria no se llevan bien, porque no hay que imaginar mucho para saber qué sucede, por ejemplo, si por dinero se aprueba un medicamento que no funciona, o peor, que hace daño a quien lo consume.
Por ello, luego del periodo de evaluación del nuevo comisionado, vino la parte de sacar la escoba para empezar a barrer la escalera, de arriba a abajo, como aconseja el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Una vez que se está limpiando a la agencia sanitaria de los procesos de corrupción, se han establecido mecanismos para agilizar los miles de trámites rezagados, porque esto implica necesariamente pérdida de competitividad.
Así, pronto veremos la digitalización completa de los trámites en la agencia sanitaria del gobierno mexicano, con el fin de evitar la corrupción y dar seguimiento a estos en todo momento, tanto por los órganos internos de control, como por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Agilizar los trámites administrativos ha sido, por cierto, una de las principales demandas y preocupaciones de los laboratorios farmacéuticos, agrupados en la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma). Así que la agencia sanitaria está en el cambio de paradigma para contar lo más pronto posible con el más alto nivel de profesionalización, transparencia y equidad.
Las farmacéuticas, recordó el comisionado, son empresas quieren que su trámite salga al día siguiente, o bien, en un tiempo bastante breve… Y es que otrora no se sabía bien a bien cuándo podrían estar los trámites, y de hecho, algunos podían tener resolución en seis meses, pero algunos incluso en hasta ocho años, lo cual es totalmente inadmisible tanto para las empresas que invierten dinero en generar medicamentos o dispositivos médicos, como para los pacientes que podrían verse beneficiados por ello.
Pero, una vez más, ¿por qué iniciar ahora y no antes, desde diciembre de 2018 cuando llegó el gobierno de la 4T? ¿Cuándo se fincarán responsabilidades por la corrupción denunciada? ¿En qué momento sabremos los nombres de los involucrados en tales actos?
Estetoscopio
Con respecto a la llamada “Tragedia de los Olivos”… ¿quién podrá explicarle a nuestro presidente AMLO que presentarse en Tláhuac, con las familias de las víctimas de la tragedia acontecida a inicios de esta semana en la Línea 12 del Metro, no es “para salir en la foto como se hacía antes”, sino ser empático, sensible y ponerse a las órdenes de esas personas que tanta ayuda necesitan y que hasta ahora ningún funcionario se ha acercado con ellos?