Aunque durante los últimos meses la mayor parte de la investigación científica se ha encaminado en la Covid-19 no significa que sea la única enfermedad que provoca preocupación. En realidad existen múltiples problemas que son analizados y algunos trabajos inclusive llevan décadas en desarrollo. Uno de los pendientes que muy pronto podría ser una realidad es la vacuna contra el VIH. Se trata de uno de los objetivos más anhelados por la comunidad médica y cada vez parece más cercano.
En primera instancia se debe recordar que no se conoce con certeza el origen del VIH ni la manera en que llegó al humano. Con base en la Organización Mundial de la Salud (OMS), los primeros casos de una nueva enfermedad se detectaron en África a finales de los cincuenta. Sería hasta 1981 cuando se identificaron los que a la fecha son catalogados como los primeros pacientes en Estados Unidos.
Desde entonces se ha convertido en uno de los temas centrales de investigación. Los avances conseguidos han permitido que el VIH deje de ser una enfermedad mortal y se convierta en una tratable. A la fecha se estima que al menos 35 millones de personas en el mundo viven con esta condición y por eso genera tanta preocupación.
¿La solución podría se runa realidad pronto?
Fue después de más de una década de investigación que Johnson & Johnson logró algo inédito. Su proyecto de vacuna contra el VIH se convirtió en el primero de la historia en avanzar a la fase 3 de ensayos clínicos. Funciona mediante un adenovirus modificado para que transporte a las células de la persona el ADN de sus proteínas más representativas de manera que el organismo cree anticuerpos contra ellas.
Ahora la farmacéutica se encuentra a punto de iniciar la última fase de pruebas a gran escala para comprobar que la inmunización titulada Mosaico realmente funciona. Desde hace meses están en búsqueda de al menos cinco mil voluntarios alrededor del mundo.
Participación de México en el proyecto
Para esta última etapa existe una colaboración con 57 centros de investigación en ocho naciones del mundo. Se trata de Estados Unidos, Brasil, Argentina, Perú, Polonia, España, Italia y México. En el caso de nuestro país participa la Clínica Condesa de Iztapalapa en colaboración con el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
Por su parte, la convocatoria de la Ciudad de México señala que se requieren 150 voluntarios aunque la mitad ya fueron reclutados. Cada uno recibirá cuatro vacunas iguales y dos con una variante. Mientras que recibirán un monitoreo permanente durante dos años y medio para verificar el funcionamiento de la vacuna contra el VIH.
Finalmente, se debe recordar que la última vez que un proyecto similar logró llegar hasta esta instancia fue en 2009. El trabajo encabezado por Sanofi-Pasteur demostró evitar el 30 por ciento de las infecciones por VIH pero al ser una cifra tan baja no logró su objetivo y por lo tanto la vacuna no fue autorizada. Pero se espera que ahora sea distinto y por fin se consiga uno de los pendientes más grandes que tiene la industria farmacéutica.