Un grupo de científicos de la Universidad católica de Lovaina (Bélgica) ha descubierto la proteína que provoca que nos enfermemos de COVID-19.
¿De qué se trata?
Según las investigaciones, se trata de una de las múltiples “llaves” que esconden las células y que utiliza la COVID-19. La cual ayuda al virus a introducirse y propagarse por el cuerpo humano.
“Cada descubrimiento de una nueva llave abre nuevas posibilidades para contrarrestar el virus. Por ejemplo, intentando bloquear esta nueva puerta y ver qué moléculas pueden bloquearla” aseguraron los expertos.
Integrina-beta 1, la causante de los contagios
La llave es es la integrina-beta 1, un hallazgo que abre la puerta a desarrollar nuevos tratamientos contra el coronavirus.
La integrina-beta o ITGB1 (subunidad de integrina Beta 1, subunidad de integrina beta1, GPIIa, CD29). La cual es una glicoproteína de superficie celular que se expresa ampliamente en una variedad de células, incluidos todos los leucocitos.
Conoce como funciona
ITGB1 forma heterodímeros unidos no covalentemente con al menos 6 cadenas alfa diferentes (alfa1-alfa6, CDa-f). Mismas que determinan las propiedades de unión de las integrinas beta1 (VLA).
ITGB1 es una molécula de adhesión celular que aparece en las plaquetas, como subunidad Beta común del antígeno de activación muy tardía (VLA). Y como componente de varios complejos de proteínas que se unen a proteínas de la matriz extracelular.
Más sobre el estudio
El estudio sugiere que la integrina-beta1 es la proteína causante que el coronavirus SARS-CoV-2 produzca la enfermedad Covid-19. Pues es aquella que promueve la entrada del virus a las células humanas.
Este descubrimiento es trascendente ya que supone el inicio de una ardua investigación para el diseño y fabricación de un tratamiento eficaz para terminar con la pandemia.
Extracelular e intracelular.
Las capacidades de la proteína
David Alsteens, biólogo molecular y celular del centro de estudios bruselense, explicó que CD29 tiene la capacidad de cruzar la membrana plasmática que delimita a las partes de las células. Pues esta está conformada por un área extracelular y otra intracelular.
“La unión a la integrina beta-1 promueve la entrada del virus en la célula. Una vez dentro, la célula sirve de fábrica para construir nuevos virus. Y luego esos virus pueden propagarse para infectar otras células u otros individuos”, explicó el líder del estudio, durante una conversación con EFE.
Podría ser una nueva salida a próximos virus
Ahora el hallazgo, descubierto tras cinco años de investigación, no solo permite a los científicos descifrar cómo interactúan los virus con nuestras células. Sino que allana el camino a poder desarrollar tratamientos que impidan que esta “cerradura” sea activada por el virus.
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