La pandemia provocada por la COVID19 no para de avanzar. Sobre todo, en todo el mundo, la gran incógnita es saber cuándo acabará la pandemia. Es decir, cuándo se podrá volver a la normalidad y cómo será el futuro tras superar la COVID19.
A ojos de la ciudadanía, esta situación que estamos viviendo en la actualidad, pero fue vaticinada por muchos científicos. Aunque ahora, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de Pedro Alonso, director del Programa Mundial de Malaria de la OMS, ha explicado que no se va a poder erradicar.
La definición de erradicación para la COVID19 no es estándar
En concreto, ha explicado que al ser la COVID19 una enfermedad con origen en teoría animal, en un reservatorio y con huéspedes animales, es imposible. Para ello, el doctor ha enfatizado en que la definición de erradicación “no es estándar ya que podría provocar que ciertas enfermedades dejaran de ser un problema de salud pública”.
Todo ello, lo ha explicado en su intervención dentro del encuentro sobre la erradicación de enfermedades y el papel de las vacunas, que ha organizado la Fundación La Caixa y en el cual no h estado solo, sino que ha estado acompañada por Regina Rabinovich, directora de la Iniciativa de Eliminación de la Malaria del ISGlobal.
Pedro Alonso fue preguntado sobre la erradicación de la COVID19 y, con esta palabra, la opinión del experto fue clara y expresó que “no es posible”. Tanto él como Rabinovich coincidieron en que hay enfermedades que sí y otras que no.
La malaria, la polio o el sarampión sí podrían ser erradicables
Tal es el caso, que pusieron como ejemplo, de la malaria, que sí que podría ser erradicable, al igual que la polio o el sarampión. Respecto a esto expresó que “las enfermedades infecciosas no solo son las únicas que pueden establecer un reto sistémico a las poblaciones humanas, como demuestra la COVID19, sino que siguen determinando la evolución de la humanidad y de los sectores más pobres”.
Para que una enfermedad acabe convirtiéndose en pandémica, uno de los factores fundamentales es la movilidad humana, ya que esto lo que provoca es que la propagación sea mayor, a gran escala y acabe instalándose a nivel mundial.
Por ello, Alonso ha apuntado a unos sistemas de vigilancia y a la capacidad para dar una respuesta “rápida y eficaz” como dos aspectos a utilizar para conseguir que la enfermedad no sea tan peligrosa una vez se desarrolle y extienda.
Por su parte, Rabinovich, ha añadido que el problema que puedan generar los antibióticos y las posibles resistencias, ya que los virus evolucionan y se hacen más fuertes, como se ha visto con la COVID19 y las cepas. Así que, en este caso, ha querido destacar el papel de las vacunas con tecnología ARN mensajero, porque “están funcionando bastante bien y podrían ser una técnica muy útil a aplicar a otras enfermedades”.