Mientras existen problemas de salud con una incidencia demasiado baja también hay otros en los que ocurre lo contrario porque son muy frecuentes. Precisamente eso sucede con el asma, catalogada como la enfermedad respiratoria más frecuente en el mundo. A la fecha afecta al menos a 235 millones de personas a nivel global, mientras que en nuestro país se estima que la padecen uno de cada 13 mexicanos. A pesar de lo anterior, uno de los principales problemas es que existen diversos mitos entre la población.
Mitos que es necesario eliminar en los pacientes
Con el objetivo de darle visibilidad a la enfermedad y promover una correcta información es que se estableció que el primer martes de mayo de cada año se conmemore el Día Mundial del Asma. En especial se busca acabar con la creencia errónea de que existen curas milagrosas.
A partir de este tipo de creencias es que se han observado diversas afectaciones. Muchos de los pacientes suelen abandonar sus tratamientos médicos y optar por remedios caseros sin un sustento científico. Al final su salud es la más afectada e inclusive llegan a desarrollar problemas de salud más graves.
Por lo anterior es que se considera fundamental para el control del asma que los pacientes reciban un diagnóstico exhaustivo por un neumólogo o alergólogo. Se trata de los especialistas capacitados que cuentan con los conocimientos para ofrecer la prescripción de un tratamiento individualizado y la adherencia o apego a este último.
Al respecto, la Dra. Lorena Gonzalez, Líder del Área de Respiratorio en Novartis México, señala que al igual que ocurre con cualquier otro padecimiento, la constancia es una de las claves. Nunca se debe abandonar el tratamiento indicado contra el asma o de lo contrario pueden existir severas recaídas.
“La falta de apego al tratamiento suele ser uno de los factores más importantes que impide alcanzar un buen control, lo que merma la calidad de vida. Se estima que sólo del 30 al 50 por ciento de los pacientes con asma, tienen una adherencia correcta”.
Esta falta de adherencia puede deberse a que el paciente no ve una mejoría en su calidad de vida debido a una reacción negativa a su tratamiento o a que está recibiendo uno que no es adecuado para su tipo de asma. Esto se refleja en limitaciones en sus actividades diarias y productividad, ausentismo laboral o escolar, visitas recurrentes al médico y las exacerbaciones o ataques pueden ser peores.
¿Qué beneficio tiene un correcto control del asma?
Es importante desmitificar que las personas con asma están limitadas a realizar actividades cotidianas o incluso volver a dormir de manera normal. Una persona con asma bien controlada puede realizar cualquier actividad, incluso ejercicio de alto rendimiento. Además, se reducen las exacerbaciones, baja el uso de medicamentos de rescate (corticoides), aumenta la productividad y disminuye el ausentismo.
Otro elemento clave para mejorar el apego al tratamiento es realizar un diagnóstico exhaustivo, a través de una historia clínica detallada, antecedentes de tratamiento y pruebas diagnósticas específicas, tal y como lo recomiendan la Guía Española del Manejo del Asma (GEMA) y la Global Initiative for Asthma (GINA).