Es bien sabido que en la actualidad la comida rápida, el estrés, la competitividad y la tecnología, son elementos que inciden en la forma en que vive el ser humano. De hecho, se asocian con la malnutrición, el sedentarismo y la falta de sueño. Pero, también con las largas jornadas laborales, que ponen en riesgo el bienestar físico y mental. Por ello, el nutricionista se convierte en un aliado para cuidar la salud, por medio de un plan nutricional diseñado de acuerdo a las necesidades.
No solo se trata de comida, sino de un estilo de vida
En realidad, el papel del nutricionista, va más allá de controlar la obesidad o la desnutrición. Después de todo su formación profesional contribuye a fomentar hábitos de alimentación, que disminuyen la prevalencia de enfermedades. Así mismo, apoya la adaptación del plan nutricional a las exigencias médicas, los gustos y necesidades del paciente. ¡Para que alimentarse bien no sea una carga!
- Es necesario visitar a un nutricionista como medida preventiva. Ya que, la orientación nutricional es importante durante todas las etapas de la vida. Después de todo, desde el vientre de la madre hasta la vejez necesitamos nutrientes en dosis diferenciadoras. Que nos permitan crecer, desarrollarnos y mantener la vitalidad, no solo en la enfermedad, sino también en la salud.
- En el caso de enfermedades preexistentes como cardiopatías, diabetes y obesidad. Se vuelve importante acudir a la consulta nutricional. Sobre todo, porque estas patologías requieren de un cambio de hábitos y un manejo adecuado del peso corporal. Idealmente acompañado de un plan que incluya actividad fisca; estructurado de acuerdo al historial clínico del paciente.
- Así mismo, cuando se presentan problemas gastrointestinales, es bueno recurrir a la consulta nutricional. Ya que, con la ayuda de pruebas diagnósticas y el historial médico, se establecen parámetros de alimentación. Evitando, en todo caso las alergias y la intolerancia a los alimentos. Debido a que, en realidad, se pretende evitar la malnutrición, generando calidad de vida.
- En el embarazo y la lactancia, las recomendaciones del nutricionista, tienen un mayor poder. Después de todo, en esta época los requerimientos nutricionales son diferentes. Principalmente porque el aumento de calorías, vitaminas y minerales se debe diseñar bajo una dieta saludable, equilibrada y adaptativa a la dupla materno-fetal.
¿Cómo nos ayuda un nutricionista?
Como vemos, el papel de este profesional sanitario es enseñar y ayudar a conservar la salud. Además de contribuir a cumplir con los objetivos de peso ideal y de diámetro abdominal saludable. Porque de este modo, podemos alejarnos de problemas coronarios y trastornos metabólicos, altamente incapacitantes. Que fuera de afectar la autoestima, ponen en riesgo la salud y muchas veces la vida.
Es así, como un nutricionista nos ayuda a conocer hábitos de alimentación sanos y la manera correcta de como implantarlos en el día día. A la vez que nos alienta a descubrir la importancia de revisar las etiquetas de los productos, en busca de la tabla de componentes, calorías y nutrientes que posee.
Asimismo, demuestra que para cuidar la salud no es necesario llevar una dieta restrictiva. Sino que se debe aprender a jugar con los productos saludables y apetitosos. Que le dan color, sabor y textura a nuestros platos, sin perder el valor nutricional necesario para disfrutar de una vida longeva y saludable.