La cifra de personas afectadas por la Covid-19 se mantiene en aumento en el mundo. Son pocos los países que han logrado un control de la situación, mientras que en el resto el problema se mantiene vigente. Inclusive en algunas naciones ya se han presentado signos de rebrote por una relajación en las medidas preventivas. Ni siquiera el inicio de las campañas de vacunación ha logrado frenar la pandemia que parece no tener final.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que existen al menos 75 millones de personas que se han infectado y superado la enfermedad. En la mayoría de los casos fue gracias a una oportuna atención de los médicos. Ofrecer un tratamiento oportuno es la base para evitar cuadros graves que pongan en riesgo la integridad de los pacientes.
Ahora bien, un problema de la Covid-19 es que genera daños inclusive en los supervivientes. A la fecha se estima que siete de cada 10 personas no se recuperan por completo debido a que desarrollan secuelas. Aunque eso no es todo porque de acuerdo con la Dra. Berenice Cerón Trujillo, especialista de Sistema Nervioso Central de Laboratorios Silanes. también están en riesgo de sufrir del Síndrome de Fatiga Crónica.
De manera sencilla se trata de un trastorno complejo, difícil de diagnosticar y que se manifiesta con un conjunto de síntomas que comúnmente suelen confundirse con otros padecimientos. Prevalece la fatiga y agotamiento extremo sin haber realizado alguna actividad física, desorientación, pérdida de memoria a corto plazo, fiebre, inflamación de ganglios linfáticos en cuello y axilas, insomnio, dolor de garganta, muscular y de cabeza, entre otros.
Científicos en búsqueda de respuestas
A inicios del 2021 en la revista médica británica The Lancet, fue publicada la investigación Consecuencias a los 6 meses del covid-19 en pacientes dados de alta del hospital: un estudio de cohorte, en la que el científico chino Chaolin Huang junto con sus colaboradores encontraron que el Síndrome de Fatiga Crónica podría ser una secuela de la Covid-19.
En dicho estudio se realizaron pruebas sanguíneas, cuestionarios de síntomas y exámenes físicos a mil 733 pacientes recuperados del hospital de Jin Yin-Tan de Wuhan con el objetivo de conocer las consecuencias de la enfermedad a largo plazo. Lo que se obtuvo fue que medio año despes de haber sido dados de alta presentaron síntomas relacionados con el Síndrome de Fatiga Crónica.
En los resultados obtenidos predominó que el 63 por ciento de las personas padecía de problemas de fatiga y debilidad muscular, mientras que el 26 por ciento mostró dificultades para dormir. Le siguió ansiedad y/o depresión con el 23 por ciento.
¿Cómo se puede ayudar a los pacientes?
Aunque los investigadores continúan trabajando para poder aclarar si la fatiga persistente es Síndrome de Fatiga Crónica también hay investigaciones para conocer la manera de tratar la Covid-19 y atacar su cuadro clínico antes de que el paciente se agrave.
El tratamiento integral es un factor clave para combatir síntomas alrededor de este síndrome en pacientes recuperados. Es primordial que ante cualquier síntoma se deba consultar con un médico de cabecera y así saber el tratamiento correcto a seguir para mejorar su salud.