Aunque transcurre el tiempo la pandemia por Covid-19 luce bastante lejana para ser controlada. Con base en la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han registrado poco más de 132 millones de casos y 2.87 millones de fallecimientos. A la fecha son muy pocos los países que han logrado un control real de la situación. Mientras que en el resto se mantiene una tendencia a la alza con el riesgo a sufrir de una nueva ola de contagios. En caso de presentarse podría ser catastrófica y causar el desplome de los hospitales.
Ahora bien, hasta este momento suman alrededor de 75 millones de personas que se han infectado y superaron la enfermedad. En primera instancia es algo favorable y un aspecto fundamental ha sido el apoyo del personal médico. Por medio de terapias de rehabilitación y acompañamientos de los pacientes se han conseguido estos satisfactorios resultados.
Una enfermedad que podría nunca desaparecer
Mientras que por otra parte, una de las partes más negativas de la Covid-19 es que inclusive una vez superada genera afectaciones. Estudios recientes que se han realizado han mostrado que siete de cada 10 recuperados desarrollan secuelas. Dentro de las más frecuentes están fatiga, debilidad muscular, pérdida de olfato, depresión, náuseas, arritmia cardíaca, dificultades para conciliar el sueño y ansiedad.
También existen algunos trabajos recientes que han identificado otros daños en los supervivientes. Una investigación de la Universidad de Manchester comprobó que el desarrollo de problemas auditivos y vestibulares son otras afectaciones que se suelen presentar.
Más problemas que se pueden presentar
Aunque eso no es todo porque ahora la Universidad de Oxford identificó otras dos secuelas gracias a un trabajo que fue publicado en The Lancet. Lo que se menciona es que uno de cada tres supervivientes de la Covid-19 desarrolla trastornos mentales o problemas neurológicos hasta seis meses después de haber sido dado de alta. En tanto que una acotación es que mientras más grave haya sido la enfermedad mayor es el riesgo.
Como parte de la investigación se llegó a la conclusión de que la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo son las afectaciones más comunes. Por otro lado, los expertos señalan que los derrames cerebrales y la demencia también se suelen presentar aunque con menor frecuencia.
Acerca de los trastornos neurológicos en los supervivientes, el estudio menciona que los más frecuentes son los siguientes:
- Trastornos de ansiedad.
- Trastornos del estado de ánimo.
- Abuso de sustancias.
- Insomnio.
Por todo lo menciona se hace hincapié en la importancia de brindar seguimiento a todos los pacientes que logran superar la enfermedad. Cualquiera se encuentra en riesgo de presentar secuelas en cualquier momento y eso afecta su calidad de vida.