Las cifras de la Secretaría de Salud (SSa) señalan que alrededor de 1.7 millones de mexicanos se han infectado de Covid-19 y han logrado superar la enfermedad. En primera instancia es un aspecto positivo pero no significa que el problema ya haya terminado para cada una de las personas afectadas. Al ser una patología nueva todavía no se conocen sus verdaderos alcances y los daños que pueda causar. Se requieren de más investigaciones para determinar con precisión a lo que se enfrentan los supervivientes.
En ese sentido, a la fecha se estima que siete de cada 10 personas que superan la enfermedad desarrollan secuelas. Dentro de las más frecuentes están fatiga, debilidad muscular, pérdida de olfato, depresión, náuseas, arritmia cardíaca, dificultades para conciliar el sueño y ansiedad. Mientras que un aspecto que no se ha podido responder con claridad es la duración de todas las afectaciones.
Por lo anterior es necesario que inclusive las personas que ya no muestran rasgos del virus SARS-CoV-2 en su cuerpo reciban atenciones médicas especiales de rehabilitación. Es un proceso que cambia en cada paciente y el cual no se puede descuidar.
Al respecto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señaló que son tres los pilares que se deben analizar y atender en los recuperados: evaluación por un especialista, educación e intervenciones de terapia física, ocupacional y del lenguaje.
Servicios necesarios de rehabilitación
El objetivo es que las personas recuperen su calidad de vida relacionada con la salud, y mejorar hábitos de vida a largo plazo en el caso de aquellos que no han logrado el control de enfermedades crónicas como la obesidad, resaltó la Dra. María Isabel Jaime Esquivias, subdirectora médica de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Región Sur “Siglo XXI”.
Destacó que la rehabilitación pulmonar como proyecto de intervención integral está dirigido a disminuir los síntomas respiratorios y dar atención a las alteraciones musculo-esqueléticas, neurológicas, cardiológicas, dermatológicas, cognitivas, y sensoriales, entre otras.
Respecto al componente de evaluación, explicó que el médico especialista en rehabilitación hace un análisis de la situación clínica del paciente, verifica la existencia de enfermedades previas, si hay hábito de consumo de tabaco o exposición a humos, la gravedad con la que cursó el Covid-19, su condición actual y la capacidad pulmonar y tolerancia al ejercicio.
Resaltó que la educación al paciente y sus familiares o cuidadores es primordial para que hagan conciencia de la enfermedad que vivieron y de la importancia de seguir un régimen de rehabilitación, uso del oxígeno suplementario, toma de medicamentos, y aspectos psicológicos, de nutrición y sexualidad.
La Dra. Jaime Esquivias explicó que la intervención de terapia física mediante la fisioterapia pulmonar permite el correcto manejo de secreciones y mejorar la capacidad pulmonar, además de brindar acondicionamiento físico y fortalecimiento de las extremidades para reintegrarse a las actividades en caso de quienes sufren cansancio o dificultad para respirar.
La terapia ocupacional, dijo, tiene por objetivo mejorar la autonomía para realizar las actividades del día a día, con estrategias que lo lleven a fatigarse menos al bañarse, vestirse, caminar e incluso al comer; la terapia del lenguaje permite incidir en alteraciones de memoria o la voz, y dificultades para tragar, condiciones comunes en casos graves.
Personal médico que debe atender a pacientes recuperados
Destacó que la participación de nutrición y psicología es necesaria porque existe una importante relación entre la ansiedad, depresión, estrés y mal nutrición con las enfermedades respiratorias.
La especialista del IMSS detalló que el equipo que brinda la atención multidisciplinaria a los pacientes recuperados de la Covid-19 lo conforman médicos de rehabilitación, comunicación humana, psiquiatras, internistas y neumólogos. Además también se requiere de terapista físico, ocupacional y del lenguaje, psicólogo, nutrición, trabajo social, personal de enfermería e inhaloterapeuta.