Desde hace varios años, un grupo de investigadores ha estado indagando por medio de la medicina personalizada, miles de estudios en poblaciones con más de 29 millones de gemelos. Desde cosas tan específicas como la relación sanguínea hasta características más generales como la forma de las orejas y el color de los ojos.
Sin embargo, el resultado que arrojaron dichos estudios fue que todos y cada uno de los 17.000 rasgos estudiados eran heredables en mayor o menor medida. Por lo que confirmaron lo que desde hace tiempo ya se pensaba; la genética tiene que ver con toda nuestra constitución y especialmente con las patologías médicas.
Con esto en mente, el NHS (el sistema de salud británico) está poniendo en marcha un experimento de “medicina personalizada” en el noreste de Inglaterra que pretende solucionar parcialmente este problema.
Concentrándose en los pacientes que revelaron a través de su examinación factores de riesgos heredados, lo cual se denomina como “puntuación de riesgo poligénico” forma en que las personas pueden conocer su riesgo de desarrollar una enfermedad en función del número total de cambios relacionados con la enfermedad.
Pero aquí, ese concepto adquiere un nuevo significado y se transforma en una posibilidad para “predecir” enfermedades y ajustar los tratamientos necesarios para tratar los diversos padecimientos.
Las enfermedades que más se han detectado son las cardiovasculares, esto simplemente por una cuestión de potencialidad.
“Mediante el uso de la genética, podemos mejorar la predicción del riesgo de enfermedad cardiovascular para que las terapias como las estatinas, así como los cambios en el estilo de vida, puedan dirigirse a las personas adecuadas”, explicaba en el Times el profesor Sir Peter Donnelly, fundador y director ejecutivo de ‘Genomics’, la spinoff de la Universidad de Oxford que colabora con el NHS en la puesta en marcha del proyecto.
Según los investigadores, de todas las enfermedades que existen las cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. De cada 100 personas que mueren en el mundo, al menos 27 lo hacen por ella, según la OMS.
De acuerdo con la organización Mundial de la Salud se calcula que para el 2030, el número de defunciones provocadas por las ECV ascenderá a 23.6 millones. Además, en México, el 19% de mujeres y hombres de 30 a 69 años muere de enfermedades cardiovasculares, y se estima que el 70.3% de la población adulta vive con al menos un factor de riesgo cardiovascular.
“De hecho, el NHS cree que introducir este “cribado” genómico (en caso de que funcione) podría ayudar a identificar a 650.000 personas de entre 40 y 60 años con alto riesgo cardiovascular. De ellos, un 10% desarrollaría enfermedades en los próximos 10 años. Su apuesta es que, si consiguen “pasar de tratamientos reactivos a preventivos”, estos mecanismos podrían reducir más 15.000 casos de enfermedad y evitar más de 2.000 muertes en una década.”
Notas referentes:
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