Las imágenes por resonancia magnética cada vez son más habituales dentro del campo de la salud. Su origen se remonta a 1946 cuando esta novedosa tecnología fue descubierta por Felix Bloch y Edwars Purcell. Por su trabajo ambos científicos fueron galardonados con el Premio Nobel de Física en 1952. Su mayor objetivo es permitir conocer la composición milimétrica de un tejido humano. En tanto que para su interpretación se requiere de personal médico calificado. De esta manera es posible identificar posibles problemas en los pacientes.
Pese a todo lo anterior, uno de los mayores inconvenientes de las imágenes en la actualidad es que no tienen la mejor calidad visual. En ocasiones eso complica el trabajo de los profesionales de la salud. Aunque para terminar con eso ahora científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han desarrollado una novedosa tecnología.
Al respecto, Jaime Fabián Vázquez de la Rosa, profesor de Física Médica en el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias, explica que en vez de los 1.5 a 3 tesla que utilizan los equipos convencionales, ellos han adaptado uno nuevo que se encuentra en fase de experimentación y utilizará 15.2 tesla.
“La idea principal es transmitir la energía de radiofrecuencia, necesaria para obtener imágenes por resonancia magnética, de forma remota. Con esto es posible mandarla lo más lejos posible de donde se encuentra la muestra o el paciente. Actualmente la técnica implica que se pongan antenas de radiofrecuencia que actúan como transductores de energía electromagnética y tienen que estar muy pegados a la muestra. Estamos proponiendo que las antenas estén lejos de donde está la muestra o el paciente y que por medio de guías de onda la señal viaje a través del espacio y llegue al receptor o a la antena”.
¿Cuáles son sus beneficios?
Esto trae consigo ventajas como lo son evitar causar incomodidad a los pacientes y que en los llamados ultra altos campos magnéticos se produzca una excitación de energía homogénea. Es decir, que no haya pérdida de señal de la imagen. Con esta técnica, llamada de imagenología por onda viajera, se genera una imagen más homogénea, con lo que se logra mayor eficiencia.
Agregó que la resonancia magnética es tan versátil que permite lograr imágenes anatómicas y funcionales. Se pueden ver todo lo referente a tejidos blandos: hemorragias, coágulos, tumores y cartílagos, además de cómo consume oxígeno o energía el cerebro.
Trabajo que ya ha sido reconocido
Este desarrollo se probará próximamente en el Departamento de Neuroimagen del Instituto de Neurobiología campus Juriquilla de la UNAM. Su publicación en un artículo científico mereció la portada de febrero en la revista internacional Journal of Magnetic Resonance.
Junto con Vázquez de la Rosa colaboraron en el proyecto Rodrigo Martín Salas, Sergio Solís Nájera y Lucía Medina Gómez, todos profesores de la Facultad de Ciencias. Actualmente, esta técnica la han probado en intensidades de campo que son experimentales, de 15.2 tesla, lo que significa un campo muy alto.
“La ventaja de lo que estamos proponiendo y hemos validado es que nuestro mismo dispositivo nos sirve para muchas intensidades de campo. De tal forma que actualmente hemos obtenido imágenes a 3 tesla, a 9.4 tesla y, lo más reciente, a 15.2 tesla; todo con el mismo modelo”.
El sistema de 15.2 tesla lo utilizaron en un laboratorio de investigación en Viena, Austria. Ahora probarán uno de 7 tesla en la Unidad Juriquilla de la UNAM.