En cualquier tipo de hospital o consultorio, las medidas higiénicas son muy importantes pero más aún en una clínica dental, para así evitar el riesgo de contagio de alguna enfermedad. Es por eso por lo que pacientes y médicos deben seguir algunas reglas de higiene al acudir a una clínica dental para así no crear ninguna situación de riesgo.
Medidas de higiene por parte del paciente
Básicamente, se puede decir que son tres las normas que deben seguir los pacientes, entre las que destacan los siguientes:
- Si padeces gripa, tendrás que cancelar tu cita y reagendarla hasta que te hayas recuperado para así poder continuar el tratamiento.
- Deberá evitar acudir con herpes labial (fuegos).
- Durante la historia clínica, el paciente debe informar si padece alguna enfermedad de tipo contagioso como parotiditis, hepatitis, tuberculosis, etc. para que en la clínica dental te ofrezcan el tratamiento y cuidado necesario.
Medidas de higiene en la clínica dental
Por su parte, el odontólogo (y sus asistentes), fundamentalmente, deberán cuidar la higiene personal y del instrumental utilizado. Así que al atender a un paciente, deberán siempre utilizar guantes, cubreboca, gorro, lentes de protección y bata.
Una vez hayas utilizado el instrumental en la clínica médica, deberás sumergirlo en una solución de hipoclorito de sodio, con el principal objetivo de remover los restos orgánicos e inorgánicos. El siguiente paso que tiene que llevar a cabo el personal de la clínica dental es sumergirlo en sustancias desinfectantes y lavarlos de forma manual con un cepillo especial.
Tras esto, el último paso será el secar el material y empaquetarlo para clasificarlo e introducirlo al calor seco. Todas estas medidas adoptadas en la clínica dental se refuerza la seguridad. Además, es esencial que tengas en cuenta que jeringas, agujas y hojas de bisturí solo se tienen que utilizar una vez y se deberían desechar en un contenedor especial.
Tampoco el personal de la clínica dental debe olvidarse del mobiliario y el piso del consultorio. Este debe ser también desinfectado continuamente para así evitar las principales enfermedades que se pueden contagiar en un consultorio dental, entre las que destacan el herpes simple; hepatitis A, B y C; VIH, candidiasis, influenza, varicela, rubeola, tuberculosis y parotiditis. Es por eso por lo que la asepsia, esterilización y limpieza dentro del consultorio dental impedirá el contagio de estas enfermedades.
Lo que está claro es que los aparatos de uso dental manejados por odontólogos, higienistas o personal auxiliar han reducido significativamente su tamaño. Las piezas internas de estos instrumentos de transmisión o absorción se reducen constantemente y esto complica los procesos higiénicos. Es por eso por lo que se debe conseguir una combinación entre el trabajo manual y el mecánico.
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