La ciberseguridad, evita los ataques digitales maliciosos, porque de otra manera la información privada estaría expuesta. Especialmente hoy en día que el uso de la tecnología es importante para mantener actualizada la historia clínica de los pacientes, al igual que los datos de los proveedores y el personal médico.
Así mismo, las redes internas de las instituciones de salud y el internet, deben estar protegidas contra robo de identidad y perdida de datos. Ya que, son una herramienta útil para enlazar documentos direccionados a los distintos departamentos administrativos y gubernamentales, según el caso.
La tecnología ha permitido una comunicación globalizada y la implementación de programas que facilitan la automatización de diversos procesos, creando orden y facilitando el acceso a la información. Pero existen unos delincuentes informáticos que apuntan a generar caos, modificando, robando o dañando reseñas importantes de la empresa y los usuarios, vulnerando la seguridad y privacidad, a todo nivel.
Creando defensas contra ciberdelincuentes
Los programas y los datos del sector salud, no pueden ser de dominio público. Por eso, la protección contra los ciberataques no se debe dejar solo en manos de un software, sino que debe existir un sistema de gestión de amenazas conformado por personas, procesos y tecnología, donde la prevención, el control y la auditoria estén presentes.
Actualmente, las funciones administrativas y hospitalarias, se apoyan en programas informáticos e instrumentos médicos, que requieren la interconexión de un número mayor de dispositivos. Es así, como el robo de datos no solo pondría en peligro la información clínica del paciente, sino que también traería consigo otros riesgos relacionados con la práctica clínica y operacional.
- Invertir en herramientas y tecnologías de vanguardia. Que cumplan funciones de rastreo de usuarios indeseados, bloquear acceso restringido, identificar ataques, proteger claves de seguridad, codificar información y almacenar datos. De tal manera, que la plantilla informativa se encuentre monitoreada asiduamente, reduciendo los peligros anexos.
- Formación digital continua. Encaminada a fortalecer las competencias de todo el personal y generar conciencia sobre el tema de ciberseguridad. De modo que se recuerde la necesidad de cambiar las claves personales con frecuencia, hacer uso adecuado de la tecnología, darle importancia a la protección de datos y no dejar de lado la implementación de copias de seguridad.
- Identificar prácticas delictivas. Cuestionando remitentes desconocidos y sitios no registrados. Es así, como es vital tener actualizados los filtros de los navegadores y demás sistemas de defensa de los equipos, al igual que es necesario adquirir programas de antivirus en forma legal en tiendas oficiales legítimamente autorizadas.
- Utilizar las soluciones en la nube. Se ha perfilado como una estrategia de ciberseguridad muy competitiva, que reduce costos y facilita el acceso seguro a pacientes y personal médico. Sin embargo, cabe anotar que antes de dar este salto, se debe implementar mecanismos de cifrado, que formen una barrera contra los accesos indebidos.
La ciberseguridad médica, se ve expuesta al ingenio de los cibercriminales. Por tanto, se debe gestionar un sistema de control de riesgos, que implemente mecanismos que garanticen el acceso a la información con un abordaje estructurado de protección, confidencialidad y privacidad. Creando barricadas con cortafuegos antivirus, anti espías, encriptación de la información y uso de contraseñas, que desalienten a los perpetradores de los delitos informáticos.