El paciente demanda seguridad hospitalaria, porque es su derecho natural para conservar la salud y el bienestar. Por tanto, la administración debe buscar mecanismos para minimizar los efectos adversos y los accidentes imprevistos de cualquier orden, que causan daños o complicaciones en la asistencia médica y son potencialmente evitables.
Así mismo, Cuando se utilizan técnicas más sofisticadas para mejorar los procedimientos médicos, aumentan los riesgos, que en muchos casos son inevitables y no están en manos de los profesionales de la salud, ni de la institución. Sin embargo, existen otros procesos manejables, donde la experticia, asepsia y celeridad, son claves para llevar a feliz término un tratamiento médico.
Fallas que pueden cobrar vidas
El sistema hospitalario tiene fallas y descuidos, que pueden llegar a involucrar la seguridad de los pacientes. Por ello, los organismos de salud con el aval de los gobiernos, promueven programas orientados a cuidar de la integridad clínica de los usuarios, buscando minimizar los daños innecesarios, que no tienen relación directa con la patología motivo de atención.
Implementar correctivos, es la primera ventaja al cuidar de la seguridad de los pacientes. Debido a que, reacciones adveras a medicamentos posiblemente no sean prevenibles, pero la ulcera por presión, las cirugías equivocadas o la cuasi- falla, casi siempre es evitable. Lo que requiere capacitación, acompañamiento y equipos que faciliten la intervención oportuna.
Mejorar la práctica médica, se convierte en una consecuencia directa de aplicar políticas de calidad. Por eso, en México, el sector hospitalario trabaja en la capacitación permanente del personal sanitario, con cursos y plataformas que ofrecen campos virtuales que ayudan a la habilidad y refuerzan la investigación, cuidando la seguridad de los pacientes. (elHospital, 2018)
Disminuir los costos por demandas, asociadas a eventos adversos en la prestación del servicio, es una prioridad. Ya que, con el hecho punible, se coloca en tela de juicio el desempeño e idoneidad del facultativo y la reputación y buen nombre de la organización. Además, por situaciones como una infección nosocomial, se generan desfaces financieros, incertidumbre y riesgos de mortalidad.
Optimización del servicio, beneficiando la salud y el bienestar del paciente. Por medio de la identificación plena del paciente y los procesos que se van a efectuar en el entorno clínico. Así mismo, es importante implementar protocolos en el manejo de medicamentos y bioseguridad, acompañados de una comunicación clara y asertiva, que reste fuerza a los eventos indeseados.
La seguridad hospitalaria de los pacientes es una prioridad, porque al sector le interesa ejecutar políticas y reformas, que lleven a brindar una atención eficiente, eliminando practicas inseguras. Igualmente, recopilando información relevante y llevando a cabo un seguimiento estandarizado, se toman decisiones, tanto administrativas como operativas, que fortalezca la estructura institucional.
Los pacientes son la razón de ser del sistema sanitario, por ende, tomar en cuenta las necesidades inmediatas, buscando herramientas especializadas, procesos automatizados y la utilización de tecnología de punta, al tiempo que se invierte en la preparación y educación del personal humano, son estrategias que seguramente aumentan la seguridad hospitalaria de los pacientes y el prestigio de la institución.