A lo largo de esta semana la noticia nacional más importante ha sido el inicio de la campaña de vacunación contra la Covid-19 en los adultos mayores. Esta decisión se tomó gracias a la llegada de más de 700 mil dosis del biológico de AstraZeneca. Mientras que por instrucción federal se optó por dar prioridad a los habitantes que se localizan en las comunidades de mayor pobreza del territorio nacional. Esto ha provocado opiniones divididas porque se ha señalado que los médicos han sido olvidados pese a todo el trabajo realizado desde el inicio de la pandemia.
Vacunación empieza en médicos pero queda inconclusa
De esta forma, el mayor inconveniente es que la promesa de vacunar primero al personal médico no se ha cumplido por completo. El 24 de diciembre empezó la campaña en este gremio de la población. Para ellos se designó la inmunización desarrollada por Pfizer y aunque durante los primeros días avanzó como se tenía planeado, después surgieron varias irregularidades.
En primera instancia se reportó que personas ajenas al campo de la salud fueron vacunadas. Algunos de los señalados fueron políticos y personal administrativo que no está en contacto con pacientes infectados.
Después todo se complicó todavía más cuando Pfizer puso en pausa los envíos de vacunas a nuestro país. Apenas hoy 16 de febrero se retomaron después de un mes sin la llegada de biológicos. Eso dejó a doctores con una vacunación incompleta porque sólo recibieron una dosis. De acuerdo con la farmacéutica, cuando eso ocurre la eficacia es del 53 por ciento y no del 95 como ocurre cuando se aplican las dos inyecciones.
Más víctimas mortales de la Covid-19 entre los trabajadores de la salud
Todo esto viene a colación porque también el día de hoy se reporta el fallecimiento de un médico y una enfermera a causa de esta nueva enfermedad. Ambos laboraban en el mismo nosocomio y tienen en común que recibieron la primera dosis de la vacuna pero nunca la segunda.
Una de las víctimas mortales es el Dr. Ángel Leyva Espinosa, quien tenía 59 años. Mientras que la enfermera es Catalina Romero. Ambos laboraban en el hospital “Centenario de la Revolución Mexicana” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Cuernavaca.
Con base en sus compañeros, los dos recibieron la primera dosis de la vacuna de Pfizer el pasado 13 de enero. En su momento fue un buen avance pero debido al corte de envíos ya no pudieron tener derecho a la segunda a los 21 días como establece la guía de la farmacéutica.
Por lo anterior es que varios compañeros de ambos trabajadores de la salud han criticado la estrategia de vacunación. A la fecha existen médicos y enfermeras que recibieron la primera dosis hace más de 30 días y permanecen en espera de la segunda par completar su esquema. El peligro al que ahora se enfrentan es que su eficacia sea mínima y eso los deje vulnerables. Además todos se mantienen en sus puestos y eso implica una alta exposición al virus.