Los animales, han sido utilizados desde la antigüedad por el ser humano como fuente de alimento, trasporte, trabajo, recreación, vestuario y compañía. Sin embargo, las prácticas sociales sobre tenencia, explotación, bioseguridad e higiene, han generado daños contra la salud del individuo. Desarrollando patógenos zoonóticas que contaminan los alimentos y el medio ambiente. Además, crean enfermedades que debilitan el sistema inmune y afectan la prolongación de la vida.
Estrecha relación entre naturaleza y salud
A través del tiempo, las investigaciones y estudios, han determinado que los animales poseen un papel relevante en el origen y trasmisión de ciertas enfermedades zoonóticas. Ya que, aproximadamente el 75% de los patógenos existentes en el mundo son derivados de bacterias, virus o parásitos, que se trasmiten directamente entre animales por medio de la saliva, excremento o el aire o en forma indirecta a través de la intervención de un vector externo como los mosquitos. (Aguilar, 2016)
- Enfermedades víricas. Como la Influenza, Zika, Fiebre amarilla, Gripe aviar, Ebola o los Sars, pueden ser trasmitidas al ser humano por el contacto directo de animales infectados o al consumir la carne de alguno de ellos. Sin embargo, estos virus también entran con facilidad por las vías respiratorias, las mucosas o a través de la piel, como consecuencia de una picadura de un mosquito portador. Generando tos, fiebre, vómito, diarrea, secreción nasal, dolor de cabeza y malestar generalizado.
- Enfermedades bacterianas. Como la tuberculosis, botulismo, brucelosis bovina y porcina, Tularemenia, peste bubónica, Listeriosis y salmonelosis, pueden desarrollarse en los humanos a causa de alteraciones en los factores ambientales, contacto directo con un semoviente infectado o al consumir algún producto derivado. La fiebre, la fatiga, los dolores musculares, la tos y los problemas gastrointestinales, son síntomas que indican una afección a causa de bacterias. (Acha & Szyfres, 2001)
- Enfermedades Fúngicas. Como La Tiña, Criptocicosis o Histoplasmosis, son causadas por hongos que se encuentran en la tierra y en la piel o las heces de las mascotas. Son trasmitidas al ser humano por medio del contacto directo. Estas patologías pueden llegar a comprometer la piel, los huesos y las vísceras, pero también, pueden llegar a afectar los pulmones, debido a inhalar esporas en el aire que contienen las levaduras contaminadas encapsuladas.
- Enfermedades parasitarias. Como criptococosis, anisakis, leishmaniasis, sarna o toxocariasis. Son producidas principalmente por lombrices que habitan en la tierra o son huéspedes de los intestinos de los animales. Entre los síntomas más frecuentes se encuentra la inflamación de los ganglios y erupciones cutáneas. Pero, en los casos más crónicos cuando la larva migra puede llegar a producir agrandamiento del hígado y problemas oculares.
Los animales de campo, selva, agua o monte, al igual que las mascotas, están impregnados de virus, bacterias y hongos, que pueden ser trasmitidos al ser humano a través de sus desechos, la piel, la saliva o al ser consumidos como parte de la alimentación. Sin embargo, tomando medidas de higiene y bioseguridad; como lavarse las manos, hacer un protocolo adecuado al cocinar alimentos, utilizar equipos de protección y vacunarse, cuando visita zona endémica; se disminuyen los riesgos de contraer alguna enfermedad de origen zoonóticas.