Los profesionales de la salud prestan un servicio muy valioso a sus pacientes, quienes por lo general muestran su agradecimiento de diversas maneras. Sin embargo, no en muchas ocasiones los médicos agradecemos a nuestros pacientes su preferencia. La importancia de cultivar esta práctica radica en mejorar la relación médico-paciente, pero también es una estrategia de marketing que aporta excelentes beneficios a corto y mediano plazo.
Para empezar, es una experiencia que empodera al paciente, le suma valor e incrementa el nivel de confianza. Además, aporta un toque de distinción y personalidad a nuestra práctica, con la que no cuentan la mayoría de los competidores. Pero para poder llevar a cabo esta estrategia de forma exitosa, es necesario que nuestro mensaje tenga ciertas características que lo lleven a tener el impacto deseado.
El momento importa
Existen algunos momentos claves en los cuales puedes incluir un mensaje de agradecimiento. El primero, es cuando el paciente agenda una cita en tu página web, y debe aparecer inmediatamente después de que el paciente haya completado el formulario. En este punto, el mensaje de agradecimiento debe ser breve, pero podemos aprovechar el momento para hacer un llamado a la acción hacia un producto específico o colocar enlaces hacia las redes sociales. Otro momento idóneo para dar agradecer es cuando se alcance cierto número de seguidores en las redes sociales. De hecho, es una estrategia que usan muchos influencers ya que es altamente efectiva para posicionarse. Este tipo de publicaciones suele tener gran cantidad de interacciones, por lo que suelen tener mucho alcance. También te puede interesar: Aprende a usar el neuromarketing para tu campaña de marketing médico Por último, cuando el paciente se ha retirado de tu consulta, enviar un mail de agradecimiento personalizado dándole las gracias por su preferencia es un detalle extraordinario. El mensaje puede estar adjunto a la receta o las indicaciones del tratamiento. Lo importante es que se sienta sincero y cercano, como una extensión de la consulta.
Personaliza el mensaje
Este aspecto, es el más importante y por lo general el más descuidado. Si bien, puedes utilizar un mensaje genérico, incluir el nombre de cada paciente es lo que hará la diferencia. Asegúrate que en la medida de lo posible esté bien escrito y que el lenguaje del mensaje sea respetuoso pero informal. Utilizar un saludo directo como “Hola” seguido del nombre de pila de la persona, es una buena manera de empezar. Formato del mensaje En cuanto al mensaje, no debe parecer un mail publicitario, por lo que es conveniente evitar plantillas con imágenes llenas de color o con logotipos. Es preferible un texto corto de uno o dos párrafos con un mensaje directo y que dé la impresión de ser redactado específicamente para la persona. Este acto, denota interés y cercanía, lo que contribuye a estrechar el vínculo con el paciente.
Deja una apertura
Es importante dar a entender que el email puede ser un medio de comunicación frecuente entre ambos. Es decir, que el paciente volverá a recibir notificaciones importantes por este medio en el futuro.
Nunca olvides firmar
Junto con el saludo es el aspecto fundamental que no debe faltar en ninguna de tus comunicaciones. Ya que, no sólo reforzarán el aspecto personal del mensaje, sino que además contribuyes a la construcción de tu marca. Si puedes incluir tu firma digital, el mensaje será aún más valioso.
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