El 2 de diciembre de 2020 fue un día histórico porque el Reino Unido se convirtió en el primer país del mundo en aplicar la vacuna contra la Covid-19. Se trato de la desarrollada por Pfizer y BioNTech, la cual también fue la primera en concluir todas las fases de ensayos clínicos. Durante la etapa final de ese proceso participaron 43 mil 500 voluntarios de seis países distintos y al final se confirmó que cuenta con una eficacia del 95 por ciento.
Desde entonces cada vez más países han autorizado dicha vacuna para proteger a sus ciudadanos. Pero aunque cuenta con una eficacia elevada, uno de sus mayores inconvenientes es su mantenimiento. Se caracteriza porque requiere de un sistema de ultracongelación para su almacenamiento. Por ese motivo es que muy pocos países podrán acceder a ella debido a que no cuentan con la infraestructura suficiente.
Ahora bien, para la correcta generación de anticuerpos es necesaria la aplicación de dos dosis. La segunda se aplica 28 días después de la primera y ofrece una protección mínima de un año.
En tanto que las consecuencias inmediatas que sufrieron algunos de los voluntarios que participaron en las pruebas fueron cefalea, fiebre y dolores en el cuerpo. Aunque al inicio son menores, se incrementan cuando las personas reciben la segunda dosis que se requiere para brindar protección a largo plazo.
Posibles daños ocasionados por la vacuna de Pfizer
Pese a lo anterior, alrededor del mundo ya se han registrado algunas reacciones adversas graves asociadas a esta vacuna e inclusive una ya fue mortal. Aunque son pocas en comparación con las miles de vacunas que se han aplicado, vale la pena recordar algunos de los casos.
Pocos días después de iniciada la aplicación en el Reino Unido se notificó que dos trabajadores de la salud la recibieron y minutos después presentaron dificultad para respirar y una frecuencia cardíaca elevada. Después de una revisión a detalle se confirmó que se trató de anafilaxia aunque ninguno de los casos pasó a mayores pero se sospecha que podría ser un efecto adverso que se repita con más personas.
Precisamente días después de los primeros dos casos ocurrió otro pero ahora en Alaska. Al revisarla se identificó que también sufrió de anafilaxia, por lo que fue tratada con epinefrina y otros medicamentos. Un aspecto muy importante es que la mujer no cuenta con antecedentes de alergias.
En tercera instancia se encuentra uno que tuvo lugar en nuestro país. Se trata de la Dra. Karla Cecilia Pérez Osorio, quien es médica internista en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 7 en Monclova, Coahuila. Pocos minutos después de recibir la vacuna presentó reacciones como convulsiones y parálisis de manos. En un inicio se dijo que se trató de un caso de mielitis transversa pero después se aclaró que es encefalomielitis. El reporte más reciente señala que la doctora se recupera aunque podría quedar con secuelas para el resto de su vida.
Finalmente, existe un caso mortal que ha sido relacionado con esta vacuna. El hecho ocurrió en Portugal, donde la enfermera Sonia Azevedo que labora en el Instituto Portugués de Oncología de Oporto recibió la inoculación. La mujer de 41 años de edad y sin antecedentes de alergias o problemas graves de salud, no mostró inconvenientes ni reacciones al instante. El problema es que un par de días después fue encontrada sin vida en su casa. El hecho es tan reciente que permanece en investigación pero de momento no se ha podido confirmar que realmente exista una conexión con la inmunización.