El analfabetismo, se convierte en un factor de riesgo para la salud pública. Debido en gran medida a que no saber leer y escribir, limita a la población a seguir las recomendaciones médicas, llenar un consentimiento informado, solicitar una cita y tener acceso a los servicios de salud en forma equitativa. Sobre todo, porque este grupo se vuelve más vulnerable, al estar expuesto a otros elementos diferenciadores como los antecedentes familiares de enfermedad, tabaquismo, contaminación, violencia intrafamiliar, diabetes, hipertensión y dislipidemias.
Trabajar en la salud incluyente es un reto social
La salud es un estado de bienestar físico, mental y social. Además, es un derecho fundamental de todos los individuos, sin importar la raza, capacidades socioeconómicas o educación. Sin embargo, el analfabetismo limita las oportunidades de muchos, dado que, no es posible acceder fácilmente a los servicios de salud y solo se apoyan en las creencias populares trasmitidas de voz a voz, mientras tienen la oportunidad de visitar un centro asistencial para curar sus dolencias.
El analfabetismo, restringe el pleno desarrollo de la persona y su participación en la sociedad. Convirtiéndose en un desafío para el gobierno, en razón de que, esta situación tiene serias repercusiones durante toda su vida, tanto en el aspecto laboral, como en el ámbito social. porque restringe los beneficios educativos y de salud, por falta de canales directos de comunicación. (Revista panamericana de salud pública, s.f.)
Los programas gubernamentales en México, buscan disminuir porcentualmente la tasa de analfabetismo con políticas incluyentes, que le den visibilidad a esta población. De tal manera que, se establezcan tratamientos intersectoriales donde tanto la salud, la educación, el empleo y la inclusión social tengan cabida. Esbozando el bienestar y el acceso equitativo a los servicios de salud para las familias más vulnerables, mujeres, ancianos e indígenas. (SEDU, s.f.)
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, trabaja a través de la red mundial disponible en los países miembros, en proyectos de alfabetización, bajo el marco propuesto para el año 2030. Buscando reforzar las acciones, innovar, promover y extender las bases del conocimiento en lectoescritura a toda la sociedad, para que de manera directa los conciudadanos disfruten del acceso a la salud y la educación, en forma integral. (Unesco, s.f.)
En la actualidad más de 750 millones de personas en el mundo son analfabetas y casi 3 millones en México. Sin embargo, hay otros tipos de analfabetismo que son un verdadero reto; como el funcional, donde, aunque el individuo lee y escribe no comprende. Así mismo, el analfabetismo digital, donde parte de la población no tiene acceso a la tecnología o no sabe cómo utilizarla, afectando en muchos casos la salud psicosocial y mental.
El analfabetismo en la salud publica influye, tanto en los aspectos físicos, porque disminuye el proceso psicomotor y las capacidades cerebrales. Como en la parte mental, debido a que invalida al individuo en la sociedad, negándole oportunidades. Del mismo modo, la incapacidad de leer, escribir, comprender y utilizar las herramientas digitales, desalientan a la sociedad para progresar y mejorar en aspectos socioeconómicos, productivos y de salud.