Según un ensayo publicado en la edición navideña de “The BMJ”, escuchar palabras tranquilizadoras y música durante la cirugía reduce los niveles de dolor y la necesidad de medicamentos para aliviar el dolor después de la cirugía. Y esto es un dato muy a tener en cuenta ya que, en todo el mundo, más de 200 millones de personas se someten a una cirugía cada año y la mayoría con anestesia general.
Y aunque la anestesia general se considera un estado sin sensaciones, pero si bien la conciencia es poco común, existe alguna evidencia de un estado de “conciencia conectada” (la capacidad de percibir el entorno externo) mientras se encuentra bajo anestesia general.
El estudio contó con 385 pacientes
Pero, ¿usar esta percepción de manera positiva durante la cirugía podría ayudar a reducir la necesidad de opioides 24 horas después de la cirugía? Para averiguarlo, los investigadores llevaron a cabo un ensayo en el que participaron 385 pacientes (de 18 a 70 años) sometidos a cirugía planificada (electiva) de 1 a 3 horas de duración bajo anestesia general en cinco hospitales de Alemania.
Los pacientes se dividieron, de forma aleatoria en dos grupos (191 en el grupo de intervención y 194 en el grupo de control). Factores como el tipo y la duración de la cirugía, el dolor antes de la cirugía y el uso de fármacos durante la cirugía fueron similares en ambos grupos.
La intervención consistió en una cinta de audio con música de fondo y sugerencias positivas basadas en principios hipnoterapéuticos, que se reprodujo repetidamente durante 20 minutos seguidos de 10 minutos de silencio a los pacientes a los pacientes a través de auriculares durante la anestesia general y a los pacientes del grupo de control se asignaron a una cinta en blanco.
La reducción del dolor fue del 25%
Antes de la cirugía, los pacientes de ambos grupos informaron de niveles de dolor similares pero durante las primeras 24 horas después de la cirugía y las puntuaciones de dolor fueron consistentemente y significativamente más bajas en el grupo de intervención, con una reducción promedio del 25%.
En comparación con el grupo de control, la intervención condujo a una reducción pequeña pero significativa en el consumo de opioides durante las primeras 24 horas después de la cirugía. El número de pacientes que requirieron algún opioide después de la cirugía también se redujo en el grupo de intervención: 121 de 191 (63%) pacientes en el grupo de intervención versus 155 de 194 (80%) en el grupo de control, una reducción absoluta del 16%.