Durante este 2020 el mundo se ha enfrentado a un enemigo diminuto pero que ha causado graves daños y hasta el momento se mantiene en activo. Se trata del virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19 que ha provocado una de las pandemias más fuertes de la historia. Aunque es un problema mortal, las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que al menos 44 millones de personas se han infectado y recuperado. A primera instancia parece algo favorable pero también requiere un análisis más a fondo.
La evidencia científica ha mostrado que la Covid-19 es una enfermedad tan compleja que inclusive puede provocar secuelas. Cuando una persona se recupera y ya no muestra rastros del patógeno no necesariamente significa que todo haya terminado. Existe una alta probabilidad de que algunas molestias persistan y otras distintas aparezcan.
Principales molestias que persisten en supervivientes
Es por todo lo anterior que se ha denominado como Síndrome Post Covid-19 a este fenómeno que todavía requiere mayor análisis. Acerca del tema, el Dr. Alejandro Macías, actual encargado del Área de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del Departamento de Medicina y Nutrición de la Universidad de Guanajuato, dio a conocer sus principales síntomas.
En primer lugar se encuentra la fatiga, disnea y cansancio extremo, que suelen mantenerse en la mayoría de los supervivientes. La evidencia actual ha mostrado que las personas no mantienen el mismo rendimiento que antes de su contagio. Muchas de ellas se cansan con facilidad e inclusive actividades sencillas como subir y bajar escaleras les representan un fuerte reto.
Otros aspectos que son frecuentes son insomnio, distracción y la pérdida del olfato y gusto. Todos estos rasgos aparecen con la infección pero se mantienen inclusive después de una aparente curación.
Por otra parte, no sólo se ve afectada la salud física sino también la emocional. Hasta el momento se ha identificado que la mayoría de supervivientes presentan cuadros graves de depresión.
Secuelas de duración indefinida
En México se ha tenido que recurrir a la reconversión hospitalaria para no dejar a pacientes sin atención médica y eso ha sido positivo. Mientras que la parte adversa es que no se le ha dado el seguimiento suficiente a las personas que son internadas y logran superar la infección. Ellos también requieren de cuidados especiales al salir de los nosocomios porque su calidad de vida ya no es igual.
Mientras que una de las mayores interrogantes es la relacionada con la duración de las secuelas. Al ser la Covid-19 una enfermedad tan nueva todavía no se ha podido determinar con exactitud el tiempo que se mantienen las molestias descritas. Mientras algunas desaparecen después de unas semanas, otras se han mantenido hasta la actualidad. Por lo mismo existe la posibilidad de que inclusive permanezcan de por vida.