La salud auditiva y comunicativa, son de vital importancia para establecer relaciones interpersonales. Al mismo tiempo, que son prioritarias para aprender, trabajar y realizar tareas que van enfocadas a obtener bienestar y prosperidad. Sin embargo, a veces olvidamos que desde temprana edad se deben adaptar hábitos sanos, que representen grandes beneficios para la integridad física y mental.
De igual manera, oír, escuchar y hablar, correctamente, se convierte en un factor individual, que transforma positivamente los ambientes sociales, familiares y laborales, basados en conductas asertivas, derivadas de un perfecto entendimiento
Cambios de conductas que mejoran la salud.
La hipoacusia, puede ser parte del envejecimiento. Sin embargo, cada momento aumenta el número de personas de menor edad que sufren de esta afección, debido en gran medida a traumas acústicos generados por la contaminación auditiva, infecciones y al usar audífonos a un volumen mayor a 90 decibeles, por más de 8 horas en un día, irritando las membranas y los tejidos que conforman el oído.
El habla y la escucha, están directamente relacionados, ya que, el ser humano aprende por repetición. Por tanto, cuando se presentan molestias en los oídos y deficiencias auditivas, la percepción de sonido, volumen, tono y timbre, se alteran. Limitando directamente la comunicación y la interrelación con el entorno, a pesar de que no se evidencian anomalías asociativas en el aparato fonador.
Una buena higiene de las partes externas de los oídos, es una recomendación que el médico de cabecera, al igual que el otorrino le hará. Buscando mantener la salud auditiva y comunicativa en optimo estado. Sobre todo, porque la parte interna del aparato auditivo no es necesaria limpiarla con bastones de algodón, ya que, ellos mismos eliminan la suciedad hacia el exterior, dejando una pequeña capa de cera que sirve para protegerse de agentes patógenos que los afectan.
Evitar estar expuestos a ruidos de alta frecuencia, será algo que sus oídos agradecerán. Sobre todo, porque, aunque no lo percibamos los órganos auditivos se deterioran progresivamente al estar bajo presión acústica. Pero, si el trabajo lo requiere o se encuentra expuesto continuamente a contaminación sonora, es necesario buscar protectores adecuados para los oídos, que aíslen las vibraciones alteradas que se producen en el entorno.
Disminuir el riesgo de contraer infecciones en los oídos y los órganos bucofaríngeos, es una de las pautas que se deben seguir para mantener a punto la salud auditiva y comunicativa. Por tanto, mantener las manos limpias, usar tapones apropiados para la piscina, secar la parte externa de los oídos y evitar el uso indiscriminado de bastones de algodón, debe estar incluido en los hábitos de vida de cada individuo.
La revisión audiológica, con un profesional de la salud de alta idoneidad es importante realizarla periódicamente durante toda la vida, sobre todo, después de los 50 años, cuando se ve disminuida la audición como parte del proceso natural del envejecimiento. Además, de seguir pautas saludables, que permitan conservar la salud auditiva y comunicativa por mas tiempo.