La terapia hormonal se ha convertido en un tema de gran controversia entre los profesionales de la salud que sopesan los beneficios y los posibles riesgos, buscando de esta manera personalizar el tratamiento según las necesidades de cada uno de los pacientes. Sobre todo, porque hoy en día existen terapias alternativas y fotoquímicos producidos por la naturaleza, que pueden ser de gran ayuda.
La disminución de estrógenos y progesterona en el organismo al envejecer, crean cambios físicos que aumentan el riego a padecer enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, coágulos sanguíneos y perdida ósea. Pero, los niveles altos de estas hormonas pueden llegar a desarrollar cáncer de mama en las mujeres y de próstata en los hombres. Por eso, la terapia hormonal debe ser individualizada y sujeta a modificaciones según el caso. (Sociedad Americana de cáncer, s.f.)
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Disminuir la sensación de bochorno, la sudoración nocturna, la resequedad vaginal, los cambios de humor y la disminución del lívido en la etapa de la menopausia, como consecuencia directa de la baja en los niveles de estrógenos, son temas de consulta frecuente por parte de las mujeres a su médico de cabecera o a su ginecólogo. Ya que ellas, buscan alternativas para contrarrestar esta sintomatología. Por tanto, los galenos hacen aseveraciones precisas antes de tomar cualquier decisión.
Las hormonas de remplazo en forma de fármacos, buscan aumentar los niveles de estrógenos que se pierden con la edad. Como un paliativo contra el síndrome menopaúsico. Pero, antes que nada, es importante realizar una evaluación exhaustiva donde se identifiquen los factores de riesgo de cada paciente, como la edad, el tipo de terapia que se desea aplicar y los antecedentes clínicos.
Los sofocos y las molestias vaginales, se pueden tratar con hábitos de vida saludable y sustancias tópicas. Sin embargo, si el vestigio de la baja de hormonas se vuelve incapacitante y afecta la calidad de vida, se requiere adaptar un modelo de sustitución, donde los beneficios, siempre sean mayores que los riesgos.
Una de las consecuencias plausibles de la menopausia es la pérdida ósea. Por tanto, cuando los estudios exploratorios indican alguna deficiencia, existen antecedentes familiares o se percibe algún riesgo. Sera optativo, idear un plan de acción, donde se incluya el tratamiento hormonal a medida. De tal manera que se prevenga el peligro de fracturas y luxaciones.
Existen algunos factores de riesgo como la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo y la exposición a sustancias toxicas, que se deben considerar. De igual manera haberse realizado la histerectomía o entrar en la menopausia a temprana edad, también son casos puntuales donde posiblemente se deban combinar estrógenos y progesterona, para disminuir el riesgo de cáncer.
La terapia hormonal, igualmente es utilizada en los casos de cáncer mamario, bloqueando la acción de los estrógenos o disminuyendo los niveles. De tal forma que se disminuya la posibilidad de crecimiento de las células cancerígenas o no regrese después de un tratamiento con cirugía. Igualmente, para los hombres es un tratamiento mediático el cáncer de próstata, que busca el bloqueo androgénico y evitar la producción de testosterona. (Cenetec, s.f.)