A la fecha Estados Unidos se mantiene como el país más afectado por la pandemia. Con base en las cifras oficiales, acumula más de 12 millones de infectados y 257 mil víctimas mortales. En ambos rubros se encuentra en primer lugar y bastante por encima de las demás naciones. Por lo tanto se ha interesado en implementar acciones de emergencia que ofrezcan una alternativa para la población. Inclusive se ha inferido que podría autorizarse la aplicación masiva de la vacuna contra la Covid-19.
A raíz de lo dado a conocer, el próximo 11 de diciembre podría comenzar una campaña con la inmunización de Pfizer. A la fecha se trata de la única que ha concluido las 3 fases de ensayos clínicos y además ha mostrado una eficacia del 95 por ciento sin efectos adversos identificados entre los voluntarios.
Debido a que requiere de la aplicación de dos inyecciones, en primera instancia alcanzaría para proteger a 25 millones de estadounidenses. La farmacéutica ha señalado que actualmente cuenta con 50 millones de dosis listas para ser comercializadas de inmediato.
Pero el desarrollo de vacunas no es suficiente, por lo que también se trabaja en el diseño de tratamientos que ayuden a las personas ya contagiadas a recuperarse. Se debe recordar que en marzo pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) inició el proyecto llamado “Solidarity”. Se trata del ensayo clínico de su tipo más grande que se ha realizado hasta el momento. Contó la participación de más de 500 hospitales ubicados en países como España, Argentina, Bahrein, Canadá, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, Suiza y Tailandia en donde se atendieron a más de 13 mil pacientes y se analizó la efectividad de cuatro medicamentos.
Como resultado final se obtuvo que el único fármaco que realmente disminuye de manera significa los síntomas y el riesgo de mortalidad es la dexametasona. Aunque también se hizo la precisión de que sólo funciona para pacientes en estado muy grave que permanecen internados en un hospital. De ninguna manera debe ser consumida por iniciativa propia del paciente o en etapas tempranas porque puede ser contraproducente.
Otra alternativa para el tratamiento en pacientes infectados
Pero ahora la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha autorizado de emergencia un tratamiento experimental contra esta cepa de coronavirus. Se trata del cóctel de anticuerpos monoclonales conformado por casirivimab e imdevimab, fabricado por Regeneron.
De acuerdo con el boletín publicado, el tratamiento está indicado para casos leves y moderado de Covid-19 tanto en adultos como en paciente pediátricos mayores de 12 años. Por su acción, el fármaco ayuda a conseguir una recuperación en pocos días y evita que las personas sean hospitalizadas.
Precisamente se trata de la misma terapia que el presidente Donald Trump recibió cuando se infectó de Covid-19. Pero aunque en su momento lo describió como “la cura contra la enfermedad”, en realidad es un tratamiento que disminuye las probabilidades de complicaciones pero no es una solución tal cual.
Primer tratamiento autorizado por la FDA
Por su parte, también se trata del segundo tratamiento contra la Covid-19 que la FDA autoriza de emergencia en menos de una semana. Apenas hace unos días también le otorgó una licencia a la combinación de baricitinib y remdesivir elaborada por Eli Lilly. La justificación fue que en pruebas realizadas se obtuvo que mejoraba la expectativa de recuperación en pacientes infectados.
Mientras tanto se debe tomar en cuenta que la autorización de ambos tratamientos sólo es válida en Estados Unidos. A nivel global el único fármaco avalado por la OMS es la dexametasona.