Durante el año 2020, la pandemia por Covid-19 ha acaparado todos los titulares. Sin embargo, todos sabemos que no es la única enfermedad respiratoria potencialmente letal a la que se enfrentan tus pacientes. Y es que, antes de la llegada del SARS-Cov-2, la influenza era considerada la primera causa de hospitalización por infecciones respiratorias en el país.
De hecho, la última pandemia declarada por la OMS en el año 2009, fue precisamente por un virus de esta familia: el influenzavirus A subtipo H1N1. El cual, a pesar de ser menos letal que el nuevo coronavirus, causó 18.600 defunciones en un poco más de un año. Por ello, la OMS decreta vigilancia epidemiológica de esta enfermedad, que no se ha suspendido pese a la actual pandemia.
La influenza en Ecuador
Existen 4 tipos de influenza virus, pero sólo dos son capaces de causar gripe estacional: La A (con sus subtipos H1N1 y H3N2) y la B. Según datos aportados por el Ministerio de Salud Pública (MSP), en el año 2019 se reportaron 365 casos de influenza y sólo 10 fallecidos por la enfermedad, estos números supusieron una mejora respecto a años anteriores.
Se ha descrito un patrón según el cual la gripe estacional presenta un repunte bianual. El primer pico se observa entre los meses de enero y marzo, mientras que el segundo se ubica entre los meses de julio y agosto.
A pesar de estos datos, este año va a ser especialmente difícil realizar el adecuado estudio epidemiológico de esta patología, debido a la pandemia por Covid-19.
Estableciendo similitudes entre la influenza y el Covid-19
La sintomatología entre la Covid-19 y la influenza es muy similar en los primeras etapas de ambas enfermedades. Las dos se caracterizan principalmente por: tos, fiebre, dolor de garganta y astenia; y en algunas ocasiones dolor abdominal o diarrea. El medio de contagio también es el mismo, ya que ambos viajan a través de la saliva expulsada en pequeñas gotas al hablar, toser o estornudar.
También existe una mayor probabilidad de desarrollar una infección respiratoria aguda por influenza en grupos vulnerables, como: mujeres embarazadas, niños menores de 5 años, mayores de 65 años y personas con comorbilidades; aunque en el caso del Covid-19 se excluyan los dos primeros grupos.
La obvia diferencia
La principal razón de que en la pandemia por influenza AH1N1 no se hayan tomado medidas tan estrictas de confinamiento y distanciamiento social como las que vemos hoy en día, es fundamentalmente la virulencia del SARS-CoV-2. Comparando en cifras la magnitud de ambas pandemias, la AH1N1 en 16 meses tuvo 493mil contagiados y un poco más de 18mil muertes; mientras que el Covid-19 en 8 meses lleva 34 millones de contagiados, 1 millón de decesos a nivel mundial.
Medidas de contención de la influenza
Otra diferencia fundamental es la inmunidad, ya que contamos con una vacuna trivalente contra el influenzavirus. De hecho, a finales del 2019 el MPS activó un plan de contención de la influenza que incluyó la inmunización gratuita de 4.5 millones de ecuatorianos de los grupos vulnerables; la reorganización de los servicios de salud, capacitación de personal en los centros de atención primaria y promoción de la correcta higiene de manos.
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