En todo el mundo, los países y sus organizaciones de salud se apoyan cada vez más de la tecnología para mejorar los resultados clínicos y el acceso a la salud. Debido a que los sistemas de salud en el mundo son diferentes y complejos, los retos a los que se enfrentan también son diferentes. Sin embargo, existen algunos problemas en común como la asequibilidad, desigualdad de acceso, disparidad de resultados, además de la incapacidad de satisfacer la demanda de servicios de salud de poblaciones cada vez más longevas.
eHealth y mHealth
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud electrónica (eHealth) o salud digital como el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas a la salud. La salud móvil (mHealth) es la práctica de la medicina y la salud pública soportada por dispositivos móviles como teléfonos, dispositivos de monitorización de pacientes, asistentes digitales y otros dispositivos inalámbricos. La salud móvil ofrece la oportunidad de reducir la inequidad de acceso a los servicios de salud, permitiendo llevarlos a zonas remotas o carentes de especialistas.
En 2013, Labrique et al publicó un artículo en el que describieron 12 ejemplos de implementación de la salud móvil, con el objetivo de integrarlos a las funciones que se desempeñan actualmente en los sistemas de salud. Estos 12 puntos se resumen en: proporcionar más y mejor información a todas las personas sobre su salud y enfermedades de manera directa, brindar apoyo directo a los trabajadores y supervisores de salud sobre el diagnóstico y tratamiento de los pacientes, contar con registros de nacimientos, muertes e interacciones con el sistema de salud confiables y accesibles, y apoyar a los administradores de sistemas de salud con información operacional y estratégica sobre el abasto de medicamentos, estatus financiero y disponibilidad de recursos humanos.
Recientemente, la OMS reconoció el valor de las tecnologías digitales para lograr avanzar en el objetivo de la cobertura universal en salud, invitando a los ministerios de salud a evaluar su uso actual y priorizar el desarrollo, evaluación, implementación y escalamiento del uso de estas tecnologías. Además, se emitieron una serie de recomendaciones para la adopción de intervenciones digitales con la finalidad de fortalecer los sistemas de salud. Dentro de estas recomendaciones se encuentra el uso de la telemedicina como complemento de los servicios de salud en los casos en los que se pueda garantizar la seguridad y privacidad del paciente, estableciendo protocolos para obtener el consentimiento del paciente, así como almacenar y proteger su información personal.
El papel de las apps
Las aplicaciones móviles son parte de la mHeatlh. Hasta el 2017 existían 325 mil apps de salud con distintas finalidades. A grandes rasgos, las apps de salud pueden estar destinadas a uno de los siguientes fines: promover el bienestar y la actividad física entre las personas, permitir la interacción y el intercambio de información médica entre proveedores de salud y pacientes, consulta de información y herramientas médicas para profesionales de la salud, facilitar el acceso de los pacientes a su información médica o resultados de estudios, y monitorear signos vitales y otros parámetros que ayudan al control de enfermedades crónicas. En otras palabras, las apps móviles abren la puerta a oportunidades para hacer frente a los desafíos de los sistemas de salud.
Oportunidades de la mHealth en México
Las enfermedades crónicas son una causa importante de morbi-mortalidad y representan costos elevados para cualquier sistema de salud del mundo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las enfermedades cardiovasculares y la diabetes mellitus son las 2 principales causas de muerte en México. Estas son 2 enfermedades que, de forma tradicional y hasta nuestros días, requieren de seguimiento médico presencial en el consultorio para que los médicos realicemos ajustes al tratamiento. Hoy en día, existen dispositivos médicos y plataformas de comunicación que facilitan el seguimiento a estos pacientes de forma remota, al menos parcialmente, al llevar atención médica de especialidad en los casos necesarios a lugares con barreras geográficas que limitan el acceso, y al contribuir a que el sistema de salud sea más eficiente por reducir consultas y hospitalizaciones innecesarias.
Retos y conclusiones
A medida que aumente la penetración de la tecnología digital entre la población, será más fácil que la eHealth impacte positivamente en la asequibilidad y accesibilidad de los servicios ofertados por los distintos sistemas de salud, públicos y privados. La implementación no será fácil, ni se dará en un abrir y cerrar de ojos. Lejos de ser vistas como intervenciones aisladas, las estrategias de mHealth y otras formas de tecnología deben integrarse y adecuarse a las necesidades actuales para así construir soluciones integrales y, poco a poco, convertirse en el salvavidas de los sistemas de salud.
Fuentes
Mitchell M, Kan L. Digital Technology and the Future of Health Systems. Health Systems & Reform. 2019;5:2,113-120.
Labrique AB, Vasudevan L, Kochi E, Fabricant R, Mehl G. MHealth innovations as health system strengthening tools: 12 common applications and a visual framework. Global Health: Sci Pract. 2013;1(2):160–71.
WHO guideline: recommendations on digital interventions for health system strengthening. Geneva: World Health Organization; 2019. Licence: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.