Todos los seres humanos soñamos con un futuro despampanante, fuera de serie, algunas personas afirman que ya estamos en él, y es que el desarrollo tecnológico está en nuestras vidas de la manera más natural que nunca. Vivimos una revolución industrial en la automatización casi completa de la fase de producción de todo lo que usamos; es la transformación digital.
La tecnología ha cambiado la forma en que interactuamos como individuos en sociedad y está planteando dilemas y problemas que traen consigo causas y consecuencias. La nanotecnología, los nanoprocesadores, los nanorobots son la manipulación de la materia a nanoescala, es decir 100 veces más pequeño que el microchip; y mejor aún en cualquier campo de nuestras sociedades.
Las nanotecnologías prometen beneficios de todo tipo, desde aplicaciones médicas nuevas llamadas nanomedicina desarrollándose exponencialmente y al parecer revolucionará la historia de la salud en los seres vivos, prometiendo identificar, tratar, eliminar e incluso prevenir enfermedades que se creían imposibles de erradicar.
La nanomedicina a su vez contempla tres áreas más especializadas y enfocadas en los problemas de salud según su estado de evolución: el nanodiagnóstico, la liberación controlada de fármacos (nanoterapia) y la medicina regenerativa. Nanodiagnóstico: será la primera etapa para la detección de enfermedades a nivel celular o molecular, a través de nanodispositivos, sistemas de contraste y biosensores.
Nanoterapia: utilizarán fármacos con un recubrimiento especial que logre protegerlos hasta llegar al punto donde se encuentra localizada la alteración celular, y así poder destruirla de manera selectiva sin dañar otras células sanas. Gracias a su formulación nanoestructurada aumenta la solubilidad y eficacia, reduciendo así su cantidad administrada.
Medicina regenerativa: consiste en la reparación o reemplazamiento de tejidos y órganos mediante la aplicación de métodos procedentes de terapia genética, terapia celular, dosificación de sustancias bioregenerativas.
La nanomedicina atacará a nivel molecular y con la manipulación de los átomos se pretende destruir células cancerígenas, una mejor absorción de los medicamentos e inhibir patologías con las que el hombre ha vivido siempre. Los fármacos serán más directos y selectivos, eliminando daños colaterales, aumentando la esperanza de vida y la calidad de esta misma.[1]
Por último, pero no por ello menos importante, este año, en el campo de la bio-nanotecnología, los investigadores han podido examinar la eficacia de una vacuna de nanopartículas para la gripe. La vacuna de nanopartículas obtuvo con éxito fuertes respuestas de anticuerpos contra el virus en los pacientes que recibieron la formulación. De hecho, este éxito clínico llevó al ensayo de eficacia de su «vacuna trivalente contra la gripe por nanopartículas» esta temporada de gripe (2019-2020). Tal vez se puedan utilizar formulaciones similares con diferentes antígenos para desarrollar vacunas potentes contra otros virus, como el Coronavirus.
En Colombia, los temas de salud ocupacional y de seguridad del trabajador en los campos de la nanotecnología son poco discutidos y generan una alta preocupación en la comunidad científica de la salud debido a las propiedades particulares de los nanomateriales como su alta reactividad, conductividad de calor y electricidad, entre otras, las cuales son atribuidas a su tamaño tan pequeño, lo que los hace más fáciles de ingresar al cuerpo humano.[2]
Esta tecnología ha permitido llegar al mundo de los átomos, al igual que a todo lo que nos rodea y poder observar con esa precisión, nos ha permitido encontrar las fallas que ocasionan las enfermedades y comprender nuestro origen.
[1] (INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA , 2019)
[2] (Guerra, 2019)
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