El personal de salud en su práctica diaria, utiliza pequeños instrumentos que le sirven de apoyo para realizar la exploración física al paciente, para hacer un diagnóstico o para seguir la evolución de una enfermedad. Algunos de ellos son muy conocidos, como el termómetro, el depresor lingual conocido comúnmente como baja lenguas, la báscula.[1] Así mismo, utilizan una serie de instrumentos con nombres algo complicados. Hablemos de los más importantes.
Fonendoscopio. También conocido como estetoscopio. Sirve para auscultar diferentes órganos o partes del cuerpo, sobre todo los pulmones y el corazón, así como los órganos a nivel abdominal. Tiene una parte redonda que es la que entra en contacto con la piel del paciente y está conectada a un tubo flexible que se bifurca para terminar en dos olivas, que son las que se colocan en los oídos para escuchar. La idea con este útil instrumento médico es amplificar el sonido.
Tensiómetro o Esfigmomanómetro. Este aparato sirve para medir la presión arterial. Puede ser manual y también digital. El tensiómetro manual dispone de un brazalete: herramienta de compresión elaborada de tela y que sirve para ejercer tensión en la vena y que se coloca por encima del codo; el manómetro es una columna graduada de 0 a 300 mmHg de mercurio, es utilizado para medir los valores correspondientes a la presión arterial. También tiene una pera o bomba con la que se bombea aire al brazalete y se une a través de una manguera flexible y una válvula con la que se controla la salida del aire. Con el tensiómetro manual es imprescindible el uso del estetoscopio.
Linterna médica. Es muy utilizada para explorar el reflejo pupilar y la garganta. Las de uso médico son pequeñas, con apariencia de bolígrafo para poder llevarlas en el bolsillo. Es utilizada por médicos y enfermeras, para seguir la evolución de los pacientes.
Martillo de reflejos. Literalmente, se trata de un martillo, con mango metálico y cabeza de goma, que puede tener diferentes formas: cilíndrica, triangular, etc.; los diferentes modelos tienen su nombre propio: Taylor, Buck, Dejerine, Berlinés. Algunos tienen oculto entre el mango un pincel y una aguja, utilizados para explorar la sensibilidad de la piel. El martillo de reflejos sirve para explorar los reflejos tendinosos.
Oftalmoscopio. Es un instrumento óptico, se utiliza principalmente para examinar el fondo del ojo. Está provisto de un mango, un sistema de iluminación y un sistema óptico. Para su utilización es ideal dilatar la pupila con la ayuda de un medicamento aplicado directamente en el ojo, ya que la luz del oftalmoscopio contrae la pupila reduciendo la porción del fondo del ojo que es la que se quiere examinar. Lo utilizan mayormente los oftalmólogos y optómetras, pero también es muy utilizado por el médico general. Con este instrumento médico se observan los vasos sanguíneos de la retina, la retina y la salida del nervio óptico.
Otoscopio. Es también un instrumento con mango y un cabezal terminado en una especie de embudo sobre el cual se acopla un elemento plástico desechable, que tiene la misma forma cónica. La parte estrecha de este embudo se introduce en el orificio auditivo externo y a través del sistema óptico que tiene un cierto aumento y con ayuda del sistema de iluminación logra obtenerse una imagen del conducto auditivo externo y el tímpano.
Y otros tantos como el rinoscopio, el dermatoscopio, el espejo frontal. Estos son algunos de los instrumentos utilizados comúnmente en una consulta de evaluación y que facilitan el diagnóstico.
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