Una vacuna experimental, diseñada para conseguir que el propio sistema inmunológico del cuerpo se dirija a las células cancerosas, se ha mostrado prometedora para tratar y prevenir el cáncer en ratones.
La vacuna se creó para atacar un gen llamado KRAS, que participa en el desarrollo de muchos tipos de cáncer, incluidos el cáncer de pulmón, e intestino y de páncreas. Los investigadores que llevan a cabo este estudio, también han encontrado una nueva forma de detectar y tratar formas agresivas de cáncer de pulmón, que pueden evadir el sistema inmunológico del cuerpo.
Ambos estudios se presentarán el domingo en el 32º Simposio del EORTC (Organización Europea para Investigación y Tratamiento del Cáncer, por sus siglas en inglés.
Los científicos han sabido durante décadas que el gen KRAS muta en muchos tipos de cáncer. Sin embargo, hasta ahora los investigadores han luchado por encontrar una forma de convertir este conocimiento en un tratamiento eficaz.
El estudio de la vacuna fue realizado por la Dra. Rachel Ambler, investigadora postdoctoral, y colegas del Instituto Francis Crick, Londres, Reino Unido.
Ella dijo: “Sabemos que si KRAS falla, permite que las células de nuestro cuerpo comiencen a multiplicarse y se conviertan en células cancerosas. Recientemente, hemos aprendido que, con la ayuda adecuada, el sistema inmunológico del cuerpo podría ser capaz de ralentizar este crecimiento.”
La Dra. Ambler y sus colegas crearon un conjunto de vacunas que son capaces de estimular una respuesta inmune hacia las mutaciones de KRAS más comunes.
¿Cómo funciona la vacuna?
Las vacunas se componen de dos elementos unidos. Un elemento es un fragmento de la proteína producida por las células cancerosas con un gen KRAS mutado. El otro elemento es un anticuerpo que ayuda a administrar la vacuna a una célula del sistema inmunológico llamada célula dendrítica.
Estas células desempeñan un papel clave para ayudar al sistema inmunológico a detectar y destruir las células cancerosas. Esta capacidad es precisamente la que las vacunas podrían potenciar.
El equipo probó la vacuna en ratones que ya tenían tumores pulmonares y ratones a los que se les indujo a desarrollar tumores. Los investigadores estudiaron a los ratones en busca de indicios de que su sistema inmunológico respondiera a la vacuna y de signos de que los tumores se estaban reduciendo o ni siquiera se estaban formando en primer lugar.
- En los ratones con tumores, el 65% de los tratados con la vacuna estaban vivos después de 75 días, en comparación con el 15% de los ratones que no recibieron la vacuna.
- En los ratones tratados para inducir tumores, el 40% de los ratones vacunados permanecieron libres de tumores después de 150 días. En comparación, sólo el 5% de los ratones no vacunados consiguieron lograrlo.
- Al vacunar a los ratones, los investigadores encontraron que la aparición de tumores se retrasó en un promedio de alrededor de 40 días.
La Dra. Ambler dijo:
“Cuando usamos la vacuna como tratamiento, descubrimos que retardan el crecimiento de los cánceres en los ratones. Cuando la usamos como medida preventiva, descubrimos que no crecía el cáncer en ratones durante un largo período de tiempo y, en muchos casos, nunca desarrollaron el cáncer.
Un nuevo hallazgo sobre el cáncer
Los investigadores del mismo equipo también han hecho un descubrimiento importante sobre cómo el cáncer de pulmón puede evadir el sistema inmunológico del cuerpo, lo que los hace más difíciles de tratar. Sus hallazgos se discutirán en dos presentaciones más en el 32º Simposio EORTC-NCI-AACR.