Un grupo de investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) han llevado a cabo un estudio en el que han confirmado que la vacuna contra el Coronavirus en la que trabajan de forma conjunta la Universidad de Oxford y AstraZeneca funciona perfectamente cuando es introducida en las células, lo que la hace capaz de generar una fuerte respuesta inmune.
Estos científicos han elaborado el estudio de forma independiente e investigaron si la vacuna candidata era efectiva a través de un método propio para comprobar si la inoculación del fármaco era la correcta. Aunque los resultados no han sido revisados por otros expertos, sí que han sido aplaudidos por ser “un maravilloso ejemplo de colaboración interdisciplinaria”.
“La tecnología no ha podido brindar respuestas con tanta claridad como la vacuna”
El director de la investigación, David Matthews, doctor de la Facultad de Medicina Celular y Molecular de Bristol, ha expresado a medios de comunicación como el New York Post que “hasta ahora, la tecnología no ha podido brindar respuestas con tanta claridad, pero ahora sabemos que la vacuna está haciendo todo lo que esperábamos y eso es solo una buena noticia en nuestra lucha contra la enfermedad”.
Asimismo, ha expresado que “este es un estudio importante ya que podemos confirmar que las instrucciones genéticas que sustentan esta vacuna, que se está desarrollando lo más rápido posible de manera segura, se siguen correctamente cuando entran en una célula humana”.
Se producen grandes cantidades de proteína de pico de Coronavirus
Por su parte, Sarah Gilbert, profesora de la Universidad de Oxford y líder del ensayo de la vacuna candidata, ha señalado sobre este estudio que “este es un ejemplo maravilloso de colaboración interdisciplinaria, que utiliza nueva tecnología para examinar exactamente lo que hace la vacuna cuando entra en una célula humana…El estudio confirma que se producen grandes cantidades de proteína de pico de coronavirus con gran precisión y esto explica, en gran medida, el éxito de la vacuna para introducir una fuerte respuesta inmune”.
Esta noticia sale a la luz cuando la vacuna de Oxford perdió prestigio tras anunciarse la muerte de uno de los voluntarios aunque los ensayos de la última vacuna se han reanudado en Estados Unidos después de la autorización obtenida por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).