La cifra de personas que se han infectado de Covid-19 ya supera los 38 millones de personas alrededor del mundo. Mientras que se pensaba que ya se había alcanzado el pico de la pandemia, durante los últimos días ha mostrado un repunte, en especial por el actual rebrote que vive Europa. Ahora países como Italia, Francia, España y el Reino Unido han tenido que implementar nuevas medidas preventivas para evitar los contagios.
Por otra parte, suman poco más de 26 millones las personas que se han infectado y posteriormente se recuperaron. En muchos casos fue gracias a tratamientos farmacológicos y en otros ni siquiera presentaron síntomas de gravedad. Aunque en primera instancia es algo favorable, a partir de los estudios más recientes se ha observado que la enfermedad genera múltiples efectos adversos.
Problemas más frecuentes
Mientras en algunos casos las afectaciones son inmediatas, también se ha identificado que algunas molestias tardan en aparecer. Inclusive existen casos confirmados en los que las secuelas se manifiestan semanas después de que los pacientes abandonan el hospital.
De manera previa se ha documentado que algunos trastornos mentales como confusión y delirio suelen producirse mientras los pacientes permanecen hospitalizados. También es frecuente que presenten dolores de cabeza, ansiedad, fatiga y problemas de sueño. No siempre ocurre pero sí se han manifestado en un número considerable de infectados.
Nueva secuela detectada en supervivientes
Pero ahora, a partir de una investigación publicada en The New York Times, se alerta sobre una secuela que cada vez es más recurrente en supervivientes de la Covid-19. Se trata de la pérdida de memoria, la cual afecta de manera directa en la calidad de vida de las personas.
Por su parte, un artículo publicado en The Clinical Neuropsychologist ha optado por llamar a esta secuela como niebla mental y expone que también se presenta con frecuencia en supervivientes del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) y del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS).
Todavía no queda clara la relación y el origen de este tipo de manifestaciones. Por una parte, se maneja que podría ser una consecuencia del estrés postraumático que experimentan los pacientes al saber que están infectados. El impacto emocional es tan fuerte que quieren olvidar todo lo referente a la enfermedad y eso derivan en pasajes de pérdida de memoria. De ser así, con un tratamiento y atención psiquiátrica es posible remediar el problema.
Por otra parte, también existe la posibilidad de que sea una consecuencia directa de la Covid-19. Por lo tanto, sería arriesgado calcular un período de tiempo en el que podría desaparecer la secuela e inclusive existe el riesgo de que se mantenga presente durante el resto de la vida.
