Para un profesional de la salud, el comunicarse con sus pacientes es algo totalmente a tener en cuenta ya que de esto dependerá, en gran medida, tu reputación y el cómo te vean los enfermos que necesitan de tu conocimiento para curarse. Si quieres comunicarte con tus pacientes de una forma totalmente efectiva, a continuación te vamos a ofrecer algunas de las mejores técnicas y consejos para hacerlo.
A la hora de comunicarte con tus pacientes, será de vital importancia que prepares el escenario de interacción, buscando un sitio de intimidad y confort para hablar con él o la paciente y sus familias, sin olvidarte de normas básicas de cortesía como llamar a la puerta antes de entrar. Para fomentar, por tanto, la empatía con el paciente es fundamental que sigas algunos consejos clave como son los que a continuación te enumeramos:
- Comunicar siempre al paciente tu puesto, lo que haces y quiénes son los miembros del equipo.
- Reconoce al paciente por su nombre y entérate de cómo quiere ser llamado.
- Ser cercano siempre con el paciente y darle confianza.
- Hacer siempre contacto visual con el paciente.
- Ser conscientes del lenguaje corporal y del significado subconsciente del mismo.
- Si es posible, tranquiliza al paciente a través del tacto.
- Repetir lo que el paciente te dijo y ha pedido para así asegurarte de la comprensión de tu pregunta o solicitud.
- Involucra siempre a los miembros de las familias presentes, reconociendo su importante papel en el cuidado del paciente.
Sobre todo, debes recordar siempre que el objetivo de una reunión con el paciente es proporcionarle información y confirmar la comprensión de la información después. Para que exista una mayor comprensión, lo ideal es que le expliques la información de forma lenta y en pequeñas dosis, dándoles así el tiempo, a los pacientes, para procesar la información y pregúntale, de forma suave, al paciente, lo que ha entendido durante la conversación.
El poder de la mirada y el tacto
Otras cosas a tener en cuenta durante la comunicación con tus pacientes son el poder de la mirada y el tacto. En multitud de ocasiones, no es tan importante lo que se dice al paciente sino cómo se le dice. Así que la expresión facial, el contacto ocular, los gestos, la postura, la sonrisa, el tono de voz y otros, son factores determinantes a la hora de propiciar una excelente intercomunicación médico – paciente.
El contacto físico y la mirada son dos elementos de gran importancia en la comunicación verbal ya que proporcionan mucha información. Una de las principales funciones que cumplen es proporcionar retroalimentación al médico sobre cómo le está llegando la información al paciente. Mantener el contacto visual con el paciente, además, transmite interés hacia él y lo que nos dice.
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