Ofrecer una buena consulta médica va más allá de emitir un diagnóstico acertado sobre una enfermedad y la receta controlada de medicamentos. El profesional de la salud también debe ser consciente de que su actitud es fundamental para que el paciente se sienta cómodo y motivado a seguir su tratamiento con él. La medicina también tiene su éxito en la atmósfera y el clima que el médico sea capaz de crear en su consulta, ya sea de manera remota o presencial.
La personalidad de cada paciente siempre será diversa, lo cual obliga al médico a disponer de técnicas distintas para ofrecer un buen servicio. En cambio, hay reglas universales para que el paciente se sienta relajado y sienta confianza hacia el galeno. Hablaremos de ellas a continuación:
Inicia con una charla amistosa; no entres de lleno en materia
Antes de abordar al paciente con preguntas relacionadas a su historial médico o el motivo por el que está contigo empieza a crear un ambiente amistoso. Haz preguntas generales, comentarios sobre temas en común. Todo ello te ayudará a conocer a tu paciente y le permitirá sentirse menos tenso. Después, ve introduciendo de manera sutil los temas médicos una vez que veas a tu paciente dispuesto a ello.
Siempre llama al paciente por su nombre
Conviene que hagas sentir tranquilo a tu paciente mediante una actitud relajada, lo cual empieza desde la forma en que llamarás a tu paciente. La mejor manera es hacerlo por su nombre. No con apodos o diminutivos o cualquier manera que incomode al paciente. De esa manera, el trato será amable al tiempo que familiar. El médico debe ser una especie de amigo para su paciente.
La atención absoluta es vital
La consulta le pertenece a tu paciente y a nadie más. Apaga tu celular y cualquier otro factor de distracción que te robe la atención. Observa con atención a tu paciente, fíjate en la manera en que se expresa y los movimientos involuntarios que hace. Todo ello te permitirá leer sus emociones y entender los motivos de su enfermedad. Conforme mayor atención le dediques, mayor será la confianza que sienta hacia ti.
Resuelve todas sus dudas
Es normal que después de una consulta o diagnóstico, tu paciente se sienta confundido o con varias preguntas. Tómate el tiempo necesario para resolverlas. No te muestres ansioso por acabar la consulta si dispones de tiempo para charlar con tu paciente. Recuerda que es humano y siente miedos ante su salud. Tu deber es hacer que se sienta cómodo al estar a tu lado.
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