La posibilidad de hacer jornadas de despistaje más rápidas, eficientes y económicas es una de las estrategias planteadas por los gobiernos para lograr frenar el rápido avance del Coronavirus en el mundo. Es necesario poder identificar a tiempo qué pacientes están infectados y con quién han tenido contacto, para poder cortar la línea de contagios de manera más eficiente.
El problema yace en que, hasta el momento, las pruebas más confiables para la detección del virus SARS-Cov-2 son muy costosas y requieren cómputos especializados para poder determinar los resultados. El caso más sonado es la famosa prueba PCR.
En algunos países, diagnosticar el COVID-19 en pacientes, puede tomar entre 3 y 7 días, ya que las pruebas deben recolectarse y enviarse a los laboratorios. Esto representa un gran costo, así como un aumento significativo en el riesgo de contagio para los pacientes.
Los retrasos constantes en las jornadas de detección de Coronavirus son una de las principales consecuencias de la rápida expansión de los focos de infección. Además, el costo asociado con estas campañas es enorme.
Por eso mismo, se ha hecho necesario el desarrollo de nuevos sistemas de testeo, que resulten más rápidos, eficientes y baratos.
Laboratorios Abbott parece haber dado con la solución a este problema. El laboratorio ha logrado la aprobación (por parte de la FDA) de una nueva prueba de despistaje para COVID-19 que puede arrojar resultados confiables en solo 15 minutos. Además, la prueba tendrá un costo en el mercado de tan solo $5 USD (dólares americanos).
Sobre la prueba
La prueba Abbott tiene apenas el tamaño de una tarjeta de crédito y emplea el mismo sistema utilizado para diagnosticar otras enfermedades como la influenza, amigdalitis y otras infecciones similares.
Sin embargo, esta prueba rápida no está diseñada para ser utilizada por el mismo paciente. Es decir, no se recomienda su uso directamente en casa; debe ser aplicada por un profesional capacitado. Sin embargo, esta prueba rápida y económica, podría ser una gran alternativa para jornadas de despistaje de bajo riesgo en oficinas, escuelas y centros comunitarios.
Tanto la FDA como Laboratorios Abbot, han reconocido que la precisión de las pruebas rápidas son ligeramente menos confiables que las pruebas de laboratorio. Por lo que algunos resultados negativos pueden requerir ser confirmados a través de pruebas de laboratorio tradicionales, especialmente en los casos en que el paciente presente varios de los síntomas asociados al coronavirus.
Alternativa de la Universidad de Yale
La carrera para lograr pruebas más rápidas para detectar el Coronavirus sigue en marcha. La Universidad de Yale también ha logrado la aprobación de una prueba de despistaje rápido que utiliza muestras de saliva, en lugar de hisopos.
La principal ventaja de esta prueba es que no emplea algunos de los suministros que suelen escasear y provocar las demoras en las jornadas de despistaje. La muestra puede ser tomada por el mismo paciente, pero es necesario analizarla en laboratorios de alto grado, por lo que no ofrece un diagnóstico inmediato.