Este mes se publicó en Reports of practical oncology and radiotherapy un artículo que realizó el Consejo Mexicano de Certificación en Radioterapia. Su presidente, el doctor Federico Maldonado, uno de los radio-oncólogos más destacados de Latinoamérica y un grupo de especialistas se dieron a la tarea de crear un censo sobre el número de médicos y equipos de radioterapia que existen el país.
En estos tiempos en el que el presidente anuncia que va a aumentar el número de especialistas, es importante que los consejos sepan cuántos médicos hay, cuantos faltan, cómo distribuirlos y qué objetivos se tienen que lograr antes de aumentar el número. Si sabemos cuántos médicos son y cuáles son las condiciones en que trabajan es más fácil argumentar en favor o en contra del aumento de especialistas. Es la única manera en que se puede realizar el aumento de manera gradual y razonada. Vale la pena leer el artículo y replicarlo en las diferentes especialidades.
El estudio nos arroja muchos resultados y en este texto me limito a sólo algunos de ellos. En el país tenemos 103 centros de radioterapia (54.3% públicos, 45.7% privados), y 162 aparatos de radioterapia, de los cuales 19 son Cobaltos-60. Los cobaltos son aparatos casi obsoletos a los que no se pueden aplicar la mayoría de las guías de radioterapia actuales debido a que en los países desarrollados ya fueron descontinuados. Aquí nos enfrentamos a un problema de desigualdad muy importante. Tenemos una población que se trata en aceleradores lineales de generaciones recientes (como los del Instituto Nacional de Nutrición, El Centro Médico de Occidente, Médica Sur o el Instituto Nacional de Cancerología) y otra que sólo tiene acceso a tratamiento con Cobalto-60. Me parece que, si quieren terminar con la desigualdad en el acceso a la salud, lo primero que tienen que hacer las autoridades es invertir en renovar los equipos obsoletos. Por más preparado que sea un médico no va a poder cerrar jamás la brecha entre un equipo de última generación y uno obsoleto. Por desgracia, no es raro ver excelentes médicos mexicanos, en todas las especialidades, frustrados porque el material y equipos que tienen a su disposición no es el adecuado o suficiente. Lo que reportan aquí los radio-oncólogos es algo que tristemente se repite en la mayoría de las especialidades.
Estudiar el caso de la radioterapia es muy útil para entender el reto que presenta al país la generación de médicos especialistas. El radio-oncólogo necesita del equipo para trabajar. Si bien es cierto que faltan médicos, también faltan aceleradores lineales. ¿De qué sirve generar más radio-oncólogos si van a seguir trabajando con equipos obsoletos o no van a tener lugares en donde trabajar? Es una idea mezquina querer generar cada vez más médicos especialistas para mandarlos al subempleo o al desempleo. Por lo tanto, ¿Faltan médicos radio-oncólogos en México? Sí, para atender a más de 120 millones de mexicanos. No, para el número de equipos de radioterapia que tenemos en la actualidad. La solución es evidente: no aumentar el número de especialistas hasta que aumentemos el número de equipos. Si queremos combatir el cáncer más allá de las campañas publicitarias tenemos que invertir en aceleradores lineales.
Sobre la distribución geográfica
El estudio reporta 346 médicos radio-oncólogos activos, muy pocos; llama la atención la distribución geográfica. En el caso de los radio-oncólogos el problema no podría ser más claro: la densidad de aceleradores lineales en la CDMX es de 4.82 por millón de habitantes, mientras que el Tlaxcala y Chiapas es de CERO (no existen aceleradores en esas entidades federativas). Por más que entrenemos cientos de especialistas más al año, si no tenemos equipos, el problema no va a mejorar, van a seguir faltando en algunas regiones y sobrando en otras. Resulta increíble ver estados tan grandes como Jalisco con una densidad de 1.4 aceleradores o Coahuila con 0.67. Recordemos que los aceleradores lineales son equipos caros y muy complejos, instalarlos requiere años de planificación, por lo que no debemos generar más médicos hasta que tengamos los proyectos en marcha. De los 32 estados de la República sólo la CDMX tiene una densidad de más de 4 equipos por millón de habitantes como recomienda la IAEA. Aumentar, sin planeación, el número de especialistas sólo va a saturar las plazas en la CDMX y los habitantes de muchos estados van a tener que seguir viajando largas distancias para recibir sus tratamientos.
El artículo del doctor Maldonado y su equipo nos ayuda a entender el problema de la falta de médicos en el país; debemos primero optimizar las condiciones de los hospitales antes de aumentar el número de especialistas. Que en México sigan en funcionamiento 19 Cobaltos-60 es una causa de la desigualdad que debe superarse, los esfuerzos deberían de estar enfocados a cambiar esos equipos. ¿De qué sirve tener a los mejores cirujanos-oncólogos, los mejores oncólogos médicos y radio-oncólogos sí el sistema de salud no les está dando los mejores equipos para lograr sus objetivos Primero mejoremos las condiciones de los médicos y después comencemos a aumentar el número de especialistas, de otra manera solamente vamos a precarizar más las condiciones laborales de los médicos y continuaran las desigualdades en salud.
Si le interesó mi columna, lo invito a leer mis libros: En la residencia médica y De víctima a tirano: crónica del R2, publicados en Amazon.mx en formato físico y digital o cuénteme sus experiencias al correo: [email protected].