Estas son las consecuencias que te puede traer la fatiga excesiva en el trabajo

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¿Sabes lo que puede pasar en tu cuerpo si no prestas atención oportuna a la fatiga? El contexto de la pandemia mundial de la actualidad nos ha servido para ver de cerca la peor cara de una realidad a la que parece que no se le presta la debida atención: la fatiga del personal sanitario como consecuencia de las jornadas excesivas de trabajo. En todo el mundo hemos visto los videos y escuchado las declaraciones del personal médico llevado hasta los límites de la fatiga, como consecuencia de jornadas de trabajo excesivas. A pesar de que se entiende que, en este caso, se trata de una situación sin precedentes.

La realidad es que, en muchas partes del mundo (especialmente en países del tercer mundo), los profesionales de la salud deben hacer turnos excesivos, algo que en muchos casos puede resultar perjudicial para su salud en el mediano y largo plazo. Antes de cuidar a los demás, debes cuidar de ti mismo. Por eso queremos recordarte algunas de las consecuencias físicas y psicológicas que puedes sufrir como consecuencia de la fatiga.

Debilitación del sistema inmunológico

¡La fatiga te puede enfermar! Una de las más peligrosas consecuencias que acarrea el cansancio recurrente es el debilitamiento paulatino de tu sistema inmune, algo que puede ser muy peligroso para cualquier profesional de la salud, ya que constantemente están en contacto con personas enfermas. Una buena estrategia para ayudar a contrarrestar este fenómeno es tomar vitaminas y energizantes naturales junto a una dieta balanceada, alta en hierro y vitaminas. Dolores musculares crónicos La fatiga es producida por la falta del descanso necesario cada día, por eso esta también trae consigo un paquete de dolores musculares que no le vas a desear ni a tu peor enemigo. Los primeros síntomas suelen sentirse en la espalda, cuello y hombros, donde se acumula la mayoría de la tensión no liberada durante el día.

Dolores de cabeza y mareos

Como bien sabes, los dolores de cabeza leves pero constantes y los mareos eventuales son dos síntomas que nunca faltan en un cuadro de fatiga crónica. Es casi imposible pedir a un médico o enfermero que se desempeñen de manera óptima en sus guardias de trabajo mientras experimentan estos síntomas.

Fallas en los procedimientos médicos

Aunque realmente no se trata de un síntoma físico, es uno de los grandes peligros latentes de la fatiga en el personal médico. Al estar tan cansado, no es posible que te concentres como es debido en los casos clínicos que tienes frente a ti porque tu cerebro no estará funcionando al 100 por ciento. Posiblemente no encuentres mejor motivo para descansar como es debido que tu responsabilidad con los pacientes.

Estrés y depresión

Antes de que puedas darte cuenta, el cansancio constante y la fatiga se pueden convertir en cuadros depresivos muy serios, ya que tu cuerpo no será capaz de producir niveles óptimos de serotonina y otros neurotransmisores que contribuyen con la sensación de bienestar.

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