La jornada de trabajo de un médico suele ser exigente en muchos sentidos. Al número de consultas hay que sumar las citas con colegas o representantes médicos, exposiciones que tenga que llevar a cabo, además de los compromisos personales y familiares. Sin embargo, dentro de todo ello existen algunos hábitos que no puede perder de vista y que resultan fundamentales no solo para seguir haciendo un extraordinario trabajo sino para su propia formación personal y profesional.
Dar seguimiento a sus pacientes
Es fundamental que el médico no pierda de vista la evolución de sus pacientes. Esto puede llevarse. A cabo mediante mensajes de WhatsApp, redes sociales o una llamada telefónica para conocer el estado actual de sus pacientes. Además, ellos agradecerán ser tomados en cuenta por parte de sus profesionales de la salud.
Intercambiar información con sus colegas
Un médico no puede actuar solo. Es fundamental que comparta información, datos y experiencias con sus colegas para tener un campo de conocimiento más amplio. Esto le ayudará para tener mayores referencias y modelos a seguir en la consulta. El campo de la medicina es vasto y rico en datos, por ello conviene estar al tanto a través de libros, pero también de personas que se desenvuelven en el mismo ámbito.
Cuidar su salud
Un médico que no cuida su salud resulta en una contradicción. Existen muchas maneras para que el profesional de la salud cuide su estado físico. No solo a través del ejercicio sino también de actividades como la meditación, la lectura y todo aquello que le proporcione bienestar físico y mental.
Estar informado sobre nuevas tendencias, descubrimientos y lo que pasa en el mundo de la medicina
Además de compartir información con colegas, el médico debe estar al tanto de todo tipo de fuentes para adquirir mayores conocimientos. Hoy existe una cantidad inmensa de información en libros, revistas, portales en internet, redes sociales y más que el médico puede consultar para estar al tanto de la escena médica y no quedarse rezagado.
Verificar la salud de su familia
Además de atender a sus pacientes, el médico debe procurar estar al tanto de la salud de su familia. Es un privilegio y una suerte tener un médico en casa que pueda orientar y cuidar de la salud de sus seres amados. Lo que se tiene en casa determina mucho del éxito que se cosecha en el mundo exterior.
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