Existen múltiples investigaciones en torno a la Covid-19 que se llevan a cabo alrededor del mundo. Muchas de ellas tienen como objetivo encontrar una cura mediante el diseño de vacunas, lo que ha derivado en 160 proyectos con los que se espera conseguir el objetivo, de los cuales hay seis que están en fases avanzadas. Inclusive Rusia y China ya alistan la aplicación de sus propias inmunizaciones para su población.
Al mismo tiempo, también existen investigadores que trabajan en el diseño de fármacos y tratamientos para los pacientes. De hecho, se ha observado que existen medicamentos ya existentes que fueron creados para otras enfermedades pero que ayudan a los infectados por esta nueva enfermedad. El caso más notorio es el dexametasona que inclusive fue incluido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su lista de recomendaciones.
Diseñado para el tratamiento de la artritis, ha demostrado que disminuye la mortalidad en pacientes Covid-19 que se encuentran en estado grave de salud. Por lo tanto, su uso no es recomendable para todas las personas infectadas. Además siempre es necesario el aval de un médico para su uso.
El virus tiene una debilidad y una mexicana la descubrió
Pero ahora se suma un trabajo encabezado por la científica mexicana Mónica Olvera de la Cruz que ha identificado una debilidad del virus. En este caso, la profesora de la Universidad de Northwestern descubrió que la proteína S del SARS-CoV-2 cuenta con un sitio de escisión polibásico en el que sucede la unión entre el virus y el cuerpo humano.
Nuestro trabajo indica que bloquear este sitio de escisión puede actuar como un tratamiento profiláctico viable que disminuye la capacidad del virus para infectar a los seres humanos. Nuestros resultados explican los estudios experimentales que muestran que las mutaciones de la proteína espiga del SARS-CoV-2 afectaron la transmisibilidad del virus.
De esta manera, la egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) menciona que este hecho abre la posibilidad de que exista un talón de Aquiles en el virus. También es clara en que de ninguna forma se trata de una cura contra la enfermedad pero sí haría posible concretar un tratamiento de alta efectividad para personas infectadas.
Los resultados del estudio realizado junto al científico Baofu Qiao fueron publicados en la revista ACS Nano de la Sociedad Estadounidense de Química.
De esta forma, se espera que la investigación ayude a concretar un nuevo fármaco que funcione en pacientes Covid-19 y ayude en su recuperación. Hasta el momento la enfermedad ya ha ocasionado más de 767 mil defunciones alrededor del mundo.