Pese a que ha transcurrido poco más de medio año desde que ocurrieron los primeros casos de Covid-19 en el mundo, la situación no ha logrado controlarse. De hecho ahora se encuentra en su máximo apogeo y se teme que en algunas zonas todavía no alcanza su punto más alto. En especial ahora América se ha posicionado como el nuevo epicentro al acumular más de la mitad del total de casos a nivel global.
Ahora bien, a pesar del esfuerzo realizado, ser médico en la actualidad se ha convertido en una actividad de alto riesgo. Eso se puede apreciar en el riesgo constante que enfrentan a contagiarse dentro de su área de trabajo.
Alto riesgo de contagio inclusive con protección
En ese sentido, se debe recordar que actualmente el 22 por ciento del total de casos de Covid-19 en México corresponde a personal del área de la salud. De manera convencional se ha dicho que utilizar Equipos Personales de Protección (EPP) es la mejor manera de mantenerse protegidos; sin embargo, eso podría ser no del todo cierto.
Una reciente investigación publicada en Lancet Public Health mostró que el personal médico tiene el triple de riesgo de contagiarse de Covid-19 que el resto de la población, inclusive si utilizan EPP. De manera natural, si están desprotegido o lo usan de manera inadecuada el peligro es mucho mayor.
Para el trabajo, investigadores del King’s College de Londres y la Universidad de Harvard analizaron a 2 millones 035 mil 395 personas y 99 mil 795 médicos en el Reino Unido y Estados Unidos.
Como resultado, la prevalencia fue de 2 mil 747 casos por cada 100 mil médicos, en comparación con 242 casos por 100 mil personas en la comunidad en general.
Primeros síntomas en el personal médico
Al hacer un análisis más detallado se identificó que inclusive con el uso de EPP se mantiene un riesgo inminente de contagio. Mientras que los síntomas más frecuentes ocurridos entre el personal sanitario fueron fatiga, pérdida de olfato y voz ronca.
Aunque no es definitivo, lo encontrado con esta investigación serviría como sustento a la elevada tasa de contagio y mortalidad que persiste entre la comunidad médica.
Hasta el pasado 14 de julio Amnistía Internacional contabilizaba 545 muertes de médicos en Rusia, 540 decesos del Reino Unido, 597 de Estados Unidos, 351 víctimas mortales de Brasil y en quinto lugar México con 248.
Aunque el uso de EPP es indispensable para la atención directa de pacientes infectados, el trabajo mostraría que no son infalibles.