Han transcurrido siete meses desde que aparecieron los primeros casos de una neumonía desconocida en Wuhan, China. Poco tiempo después se confirmó que la enfermedad era ocasionada por el virus SARS-CoV-2 y se le bautizó como Covid-19. Hasta este momento suman poco más de 17 millones de infectados y más de 600 decesos. Aunque un aspecto a considerar es que todavía existen muchas dudas que no han podido ser respondidas.
En primera instancia, todavía no existe una cura contra la enfermedad. El mayor objetivo de la industria farmacéutica es conseguir la primera vacuna y comenzar su comercialización. A la fecha alrededor de un centenar de proyectos en desarrollo aunque sólo cuatro son los que se han colocado como los más avanzados y prometedores. Uno de ellos es el realizado por Sanofi Pasteur que recién confirmó que en su fase 3 será aplicado en México.
Secuelas que se presentan con mayor frecuencia
A su vez, una duda pendiente es la relacionada con las secuelas ocasionadas por la Covid-19. Al igual que sus síntomas, la lista es bastante extensa y de manera constante se agregan nuevas. Uno de los trabajos más completos fue realizado por The New York Times e identificó que las principales señas que persisten en los supervivientes son las siguientes:
- Daño respiratorio residual.
- Dificultad persistente para respirar.
- Debilidad muscular.
- Sarcopenia.
- Reviviscencias.
- Confusión mental.
- Falla renal.
- Fibrosis pulmonar.
- Afectación pulmonar.
- Coagulación y fallas cardíacas.
- Daños psicológicos.
Daños podrían permanecer inclusive de por vida
Pero ahora la pregunta que tiene la comunidad médica es acerca del tiempo en que se mantienen presentes las secuelas en los pacientes que logran superar la Covid-19. Con respecto al tema, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) publicaron un artículo. A partir del seguimiento a 270 personas se obtuvieron las siguientes conclusiones.
Lo que se menciona es que a partir de los pacientes que se han analizado, las secuelas se mantienen durante un tiempo mínimo de dos semanas a partir de que son dados de alta.
A su vez, otras secuelas pueden permanecer en las personas durante tiempo indeterminado, en especial las relacionadas con los daños psicológicos. Al menos así ha ocurrido con un sector de los pacientes que han sido analizados en el estudio y cuyo monitoreo continúa.
Por lo identificado, inclusive cuando un paciente supera la enfermedad es arriesgado afirmar que está totalmente curado. El riesgo a presentar secuelas de diversas magnitudes va a estar presente inclusive de por vida.